Te regalamos una herramienta para ayudar a tus hijos e hijas a que puedan disfrutar de más tranquilidad y seguridad. Y de paso, para que aprendan a controlarse mejor y ponerse en el lugar de los demás ¡éxito garantizado!
Las «Cartas de la Tranquilidad» han ayudado a muchas familias a comunicarse mejor, y resolver sus dificultades interpersonales.
Para personas de entre 10 a 99 años. Vale tanto para niños y niñas mayores como para adolescentes y adultos. Si quieres una actividad parecida para los más peques, descárgate también “El Extintor”, que funciona bajo los mismos principios.
Está pensando para cumplir con estos objetivos:
- Mejorar la comunicación en familia.
- Disminuir la frecuencia de los conflictos entre las personas.
- Fomentar un vínculo más seguro entre los miembros de la unidad familiar.
- Mejorar la capacidad de metacognición (pensar sobre lo que se piensa) de los y las adolescentes.
- Y mejorar su capacidad de mentalización (ponerse en el lugar de los demás).
Y sus resultados son sorprendentes, incluso más allá de lo previsto. Vale para familias que pasan por dificultades, pero es mucho más útil para quienes disfrutan de momentos de bienestar.
Invito a educadores y docentes a ponerlo en práctica en sus contextos profesionales, seguro que os sorprenden los resultados
Os describo primero el material, y luego os explico cómo podéis utilizarlo para sacarle el máximo partido.
DESCRIPCIÓN
Descárgate el material pinchando aquí.
Consiste en 5 bloques de tarjetas, que recomiendo plastificar para que no se dañen con su uso.
- Bloque I. Emociones. Son tarjetas que reflejan con emoticonos y palabras las emociones que pueden presentarse en un momento dado.
- Bloque II. Termómetro. Hace referencia a la intensidad de esas emociones a través de colores: verde, amarillo, naranja y rojo; una escala progresiva.
- Bloque III. Realidad o fantasma. Nuestras emociones pueden responder a una situación real, o puede ser que un suceso nos haya conectado con experiencias del pasado que aún no hayamos podido integrar bien.
- Bloque IV. Tendencia. Cuando las emociones son intensas, nuestro cuerpo reacciona impulsándonos para liberar la tensión acumulada. El cerebro inferior se activa y aparece la respuesta de: expansión, lucha, huida, parálisis o demanda desesperada de ayuda (llanto).
- Bloque V. Necesidades. Que es clave para el ejercicio. Se trata de responder a la pregunta ¿qué necesito para volver a un estado de tranquilidad y bienestar? Las tarjetas contemplan diferentes opciones, separadas en 3 grupos: a través de la conexión (contacto íntimo con los demás) o la desconexión (aislamiento). Ambas igualmente válidas.
Las tarjetas permiten poner estructura y palabras a cosas de las que habitualmente no hablamos. Utilizarlas con relativa frecuencia ayuda que las personas entrenemos nuestra capacidad para comunicar y tener en cuenta a quienes realmente nos importan.
CÓMO UTILIZARLO
Recomiendo que invitéis a vuestros hijos o hijas a participar a través del ejemplo. Es decir, comenzad haciendo vosotros la actividad, para que ellos o ellas os vean. Así conseguís dos cosas: por un lado, normalizáis su uso en la familia y, por otro lado, estaréis instruyéndoles de la mejor manera posible a través del contacto, el ejemplo y la experiencia.
La actividad es sencilla, consiste en seleccionar las tarjetas que reflejen vuestra situación actual, siguiendo la secuencia marcada por los bloques. Primero el uno, luego el dos, el tres, el cuatro y el cinco. Y así expresar nuestro estado mental.
Pero quien observa las tarjetas tiene la obligación de facilitar a la persona que ha hecho el ejercicio lo que necesita para encontrarse mejor, es decir, que debe atender a sus indicaciones ¡muy fácil!
En muchas ocasiones los adultos tendemos a forzar a nuestros hijos o hijas a narrar las cosas que les alteran o preocupan, pero muchas veces no son necesarias las palabras para volver a un estado de integración y bienestar ¡escucha lo que necesitan!
Si ofreces a tus hijos o hijas una respuesta tranquilizadora, es más probable que cuenten contigo para que te hagas cargo de su preocupación o malestar
No esperes a sentirte presionado por tus emociones. Podéis hacerlo en cualquier momento. Pide permiso a una de las personas de tu familia para hacer el ejercicio. No es una actividad forzada. Sólo saldrá bien si ambos estáis de acuerdo en hacerlo.
Coge el primer bloque de tarjetas. Coloca encima de la mesa las emociones que se corresponden con tu momento actual. Puede ser una, o pueden ser varias, depende de hasta qué punto quieras expresarte.
¿Listo? De acuerdo. Ahora vete a por el segundo bloque, el del termómetro. Saca la tarjeta que exprese mejor tu estado de activación. Ahí queda.
Hay algunas tarjetas que quedan en blanco. En ellas podéis añadir opciones que no contempla el ejercicio.
Con el tercer bloque puedes expresar si la emoción que sientes responde a una situación real (por ejemplo, es natural sentir miedo a las serpientes, porque pueden hacerte daño), o a que se ha activado en ti una experiencia del pasado que no has procesado bien (por ejemplo, sentir un profundo miedo a conducir una bicicleta, después de haberte caído de ella).
Muy importante. Las tarjetas ayudan a que el cerebro haga su trabajo. No fuerces la comunicación.

Luego el cuarto bloque ¿hay alguna tarjeta que refleje tus impulsos actuales? Puede ser que sí, o puede ser que no. Elige una tarjeta si sientes que se acomoda a la realidad.
Por último, expresa con las tarjetas qué necesitas para encontrarte mejor. Tu compañero sabe que tiene que responder de manera acorde a lo que estás pidiendo.
¿Qué ha pasado? Pues luego vas y nos lo cascas en los comentarios… ¡cuéntanos tu experiencia!
EJEMPLO – Este ejercicio fue realizado por un adolescente que sufría acoso escolar. Gracias a practicar con estas tarjetas y a recibir la respuesta que necesitaba por parte de sus padres, pudo revelar el secreto que le atormentaba en un contexto de seguridad emocional.
Imagina las posibilidades de introducir esta comunicación en tu casa…
Autor: Gorka Saitua. Soy pedagogo y educador familiar. Trabajo desde el año 2002 en el ámbito de protección de menores de Bizkaia. Mi marco de referencia es la teoría sistémica estructural-narrativa, la teoría del apego y la neurobiología interpersonal. Para lo que quieras, ponte en contacto conmigo: educacion.familiar.blog@gmail.com
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Genial! Acabo de aterrizar en vuestro blog y me resulta super util y creativo. Lo adaptare a la equinorerapia social con vuestro permiso….
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Muchas gracias Roxana por tus palabras. Por cosas así merece la pena este proyecto 😉 No tienes que pedir permiso para nada. Todo lo que colgamos en el blog puede utilizarse sin restricciones ¡nos encanta que te haya gustado! Un abrazo!
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Gracias Gorka, la voy a utilizar con tu permiso.
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Claro compañera, para eso están! Saludos!
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