Nos escribe Laura, desde Burgos. Laura es la madre de una niña que se llama María y que tiene 6 años, de quien explica que siempre ha sido muy tímida. Explica que siempre le ha costado mucho relacionarse con otros niños y otras niñas. Por ello, siempre ha intentado pasar mucho tiempo en el parque con su hija, para que tenga diferentes oportunidades de entablar relación con sus iguales.
Le preocupa bastante esta situación desde hace tiempo, pero sobre todo, desde que tuvo ocasión de hablar con ella sobre el colegio, y María le dijo que allí no juega con otros niños, que prefiere jugar sola. Dijo también que otros niños no le dejan jugar.
Ha hablado con los profesores, pero estos no dan importancia a esta situación.
María siempre ha jugado en el parque con las mismas niñas, que son compañeras del cole. Pero últimamente su madre se encuentra, si cabe, aún más preocupada, porque observa que la apartan sutilmente de los juegos, o que le encargan pequeñas tareas para que, al parecer, no participe en los mismos.
Nos explica que no le gusta intervenir en esos momentos, porque le parece contraproducente. Que cuando siente que algo ha ido mal suele preguntar a su hija cómo se siente, pero que ésta le responde siempre escueta e invariablemente que “bien”, “que no le importa”.
Está muy preocupada, y le gustaría escuchar nuestros consejos ¿qué le podemos recomendar?
En primer lugar nos gustaría señalar que hay niños y niñas que son, por naturaleza, más tímidos que otros. La timidez es un rasgo muy difícil de cambiar porque está instaurado en el carácter de cada persona y cimentado en la estructura más primaria del sistema nervioso central. No obstante, ser tímido no es necesariamente un rasgo negativo. Por ejemplo, las personas tímidas suelen elegir mejor a sus amistades, y ser más fieles a las mismas, son más sensibles a las maniobras de manipulación del resto, y presentan una vida interior mucho más rica que las personas extravertidas, ampliándose así sus posibilidades de desarrollar sus recursos resilientes.
Queremos decir con ello que la situación que estás observando a fecha de hoy no es, de ninguna manera, un hecho que nos permita predecir que tu hija vaya a tener dificultades para relacionarse con otras personas en el futuro. Es probable que, sencillamente, disfrute más de las actividades en solitario, y requiera algo más de tiempo para confiar en las personas; también es posible que su nivel de desarrollo madurativo no le permita, todavía, participar de este tipo de actividades. Es importante que, sea cual sea el caso, sus posibilidades de ser feliz no están comprometidas.
Ahora bien, por tu mensaje intuimos que estás interesada en ayudar a tu hija para que se sienta más segura en las situaciones que nos describes, y en amortiguar de alguna manera los golpes que la vida le pueda deparar, sobre todo ahora, que es tan pequeña y vulnerable. Creemos que en esto sí que te podemos ayudar.
Para que una persona se sienta segura y capaz de afrontar las dificultades, sea extravertida o tímida, requiere sobre todo de un refugio seguro. Es decir, que las personas necesitamos de un lugar acogedor y estable al que acudir si las cosas se tuercen o se ponen demasiado complicadas atendiendo a nuestro carácter o nuestras necesidades. De esta manera somos capaces de enfrentar todos los contratiempos, porque tenemos la “seguridad” de que en cualquier momento podemos refugiarnos en nuestro búnker, y recibir la protección que precisamos.
Un refugio seguro puede ser un lugar cálido y acogedor, o una persona fuerte y verdaderamente sensible a nuestro estado de ánimo y nuestras necesidades, que respete nuestros tiempos y nos anime a superar retos que nos supongan un óptimo esfuerzo. O mucho mejor, ambas cosas.
En resumen, no podemos ayudarte a que a tu hija no le duelan los golpes, pero sí a que sepa enfrentarlos sin venirse abajo. Para que esto sea así, te aconsejamos que te orientes por los siguientes consejos:
- Busca el apoyo de una persona en quien confíes, y pídele su opinión imparcial sobre lo que está ocurriendo. Es más que frecuente que los padres y las madres pongamos mucho de nuestros miedos y ansiedades cuando observamos a nuestros hijos e hijas. Contar con apoyo nos permite discernir con más claridad entre lo que están viviendo nuestros hijos e hijas, y lo que nosotros efectivamente estamos poniendo de nuestra parte.
- Sé consciente de que la seguridad no se adquiere de la noche a la mañana. Sé constante y consistente a la hora de aplicar estos consejos, y obtendrás resultados visibles pero a medio o largo plazo. Quizás en 1 año comiences a percibir la diferencia.
- Recuerda que el mejor momento para ayudar a tu hija a sentirse más segura, es cuando ella se siente bien, y no cuando ella se siente más vulnerable. Busca momentos en los que ambas os encontréis tranquilas y apacibles para trabajar estas cuestiones, y utiliza herramientas que te permitan empezar a trabajar sobre estos temas de manera indirecta y poco amenazante. En ese sentido te recomendamos nuestros cuentos, y actividades que promuevan su autoestima como, por ejemplo, el Cofre del Tesoro, gracias al cual, puedes demostrar a tu hija confianza en que vale para muchas cosas y puede superar estos retos.
- No pidas a tu hija que se enfrente a desafíos que no se siente capaz de superar. Muchos padres y madres piensan que si exponen a sus hijos e hijas a muchas dificultades estos serán más capaces de enfrentarlas en el futuro. Y esto es falso. Los niños y niñas necesitan seguridad protectora para afrontar sus problemas. Si se les deja solos ante el peligro sólo se consigue alimentar su sufrimiento y maximizar su ansiedad, y ambos elementos son incompatibles con el sentimiento de seguridad.
- Piensa que tu hija, con 6 años dispone de poca capacidad para ocultar su sufrimiento. Si te entran dudas acerca de si lo está pasando mal o no por lo que ha ocurrido, es probable que estés reaccionando en función de tus miedos, más que atendiendo a sus necesidades. Consuélale si lo necesita, pero evita hacerlo si ella no ha vivido mal la situación, porque de repetirse esto podría ir comprometiendo poco a poco tu relación con ella al verse agobiada por tus ansiedades. Y esta es una de las cosas que podría resultar más contraproducente.
- Sabemos que es difícil, pero es importante que evites que tu atención recaiga constantemente en este tipo de situaciones. Seguro que tu hija hace las cosas excepcionalmente bien en otros contextos o áreas. Refuérzale mucho, y hazle saber lo mucho que vale. Reconócele sus cualidades positivas, y recuérdale lo especial que es por tenerlas. De esta manera cuando sea necesario podrá tirar de este depósito de motivación para afrontar otros retos y dificultades.
- Si te preocupa que estas situaciones puedan repetirse en otros contextos como, por ejemplo, el de la escuela, evita someter a tu hija a interrogatorios. Los interrogatorios muchas veces resultan amenazantes para los niños y niñas, entre muchas otras razones, porque no cuentan con recursos suficientes para responder adecuadamente a las preguntas de los adultos. En cambio, puedes utilizar nuestra actividad El Puzle de mi Día, para ayudarle a que ponga palabras a sus experiencias. Si precisas el material completo puedes pedírnoslo, y te lo adjuntamos en un correo electrónico.
- Lee el magnífico libro de Daniel J. Siegel “El Cerebro del Niño”. Escrito para madres y padres, es una obra maestra que responde a todas las preguntas sobre como promover en tus hijos e hijas mayores cotas de seguridad.
- En caso de no servirte estos consejos, o no encontrarte con motivación o fuerzas para llevarlos a cabo, no dudes en contactar con nostros o con otro y otra educador u orientador familiar. Te ayudará a enfrentar el problema de manera más realista, y te podrá proponer ejercicios para enseñar a tu hija a ser más asertiva y entrenarte para que puedas transmitirle mayores cotas de seguridad.
Gracias Laura por habernos escrito. Recuerda, por favor, que nos gustaría mucho que nos hicieses llegar tu experiencia tras leer nuestra respuesta. Ya sabes, además, que nos ayudas mucho cuando le das a “me gusta” o cuando compartes con tus amigos y conocidos nuestros contenidos.
Autor: Gorka Saitua. Soy pedagogo y educador familiar. Trabajo desde el año 2002 en el ámbito de protección de menores de Bizkaia. Mi marco de referencia es la teoría sistémica estructural-narrativa, la teoría del apego y la neurobiología interpersonal. Para lo que quieras, ponte en contacto conmigo: educacion.familiar.blog@gmail.com