Enemigos de la angustia: la externalización del problema de la familia 

[…] De esta forma, la solución perpetúa el problema. Porque la persona que ha “ganado” la discusión sabe, en su fuero interno, que no ha convencido, sino que ha causado un daño. Y la culpa se suma a la angustia que ya sentía, al identificarse ahora como el malo o la mala que causa dolor a sus seres queridos. Y la persona que ha “perdido”, puede sentir que debe restaurar, lo antes posible —ya sabéis, desde la angustia— la afrenta que ha sufrido, seguramente ganando la siguiente discusión que haya en casa. Así es como se perpetúa la angustia. […] 

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A mala leche con los dientes: una secuencia de interacción 

[…] La tomé en brazos y la llevé al lavabo. Por el camino, ella pataleaba haciendo el tontorrón, en ese estado en el que uno no sabe si las niñas o niños juegan o nos toman el pelo y que, seguramente, no signifique ninguna de las dos cosas. […] 

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La teoría polivagal explicada con animalitos

[…] Para que las personas estemos bien, tenemos que poder pasar de un estado a otro. Es decir, funcionar como perro, conejo, tigre y avestruz. Porque, al igual que es muy sabio colaborar con los demás, también lo es huir, luchar o separarse del cuerpo si estamos atrapados y no hay otra opción. A fin de cuentas, el mundo no es siempre tan seguro y amable como nos gustaría que fuera, ¿verdad? […]

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