[…] Fue entonces cuando tomé una decisión. Si tenía que matar, lo haría de la manera más compasiva posible. De la manera más rápida e indolora. […]
Seguir leyendo «Soy un asesino a sangre fría: sobre los recuerdos autobiográficos»
[…] Fue entonces cuando tomé una decisión. Si tenía que matar, lo haría de la manera más compasiva posible. De la manera más rápida e indolora. […]
Seguir leyendo «Soy un asesino a sangre fría: sobre los recuerdos autobiográficos»[…] Me refiero a todas esas personas que no tienen una función educativa o terapéutica asignada y que, en cambio, nutren más que las y los profesionales que asumimos liderar esos procesos. […]
Seguir leyendo «Profesionales raíz: la seguridad donde no la sabemos ver «[…] —¡Qué pasa, joder! ¿Es que no te das cuenta? —espeta, rabioso—. Siempre lo mismo. Cuanta más prisa tenemos, más lenta. ¡¡Venga!! […]
Seguir leyendo «¡Tira, coño, que tenemos prisa! «[…] Lo que no se ha preguntado Karim —ni se pregunta nadie en su lugar— es qué pasaría si, de repente, él empezara a funcionar bien, tal y como sus padres dicen que quieren o dicen que necesitan. […]
Seguir leyendo «¿Qué pasaría si se recuperara? | Pregunta clave «[…] De hecho, en estas infancias se da una paradoja. Cuanto más se esfuerzan por ser mejores, más se recuerdan a sí mismas que no son suficientes, entrando en un círculo vicioso difícil de frenar. […]
Seguir leyendo «Lo que siento cuando intento cambiar «[…] Quizás lo que parecía una traición y un bloqueo desde la más absoluta indefensión, no era más que un acto de amor y protección hacia la figura a quien más quiere y necesita. […]
Seguir leyendo «La traición que nunca ocurrió | una ayuda para transitar el duelo «[…] Lo peor para una marciana como Norah era estar sola, sin la compañía de otros extraterrestres con quienes se sentía tan a gustito. Así que pronto se vio obligada a mantener relación con los Terrícolas, unos seres descendientes de los monos, a los que les gustaba mucho andar en manada. […]
Seguir leyendo «La colonia: un oasis en el desierto | Cuento AACC»[…] Pregunta tonta: ¿Qué pasaría si tratásemos a los apegos más inseguros y desorganizados como lo hacemos con la neurodivergencia? […]
Seguir leyendo «Enseñanzas de la neurodivergencia para el apego»[…] A menudo, sentimos la desregulación de las chavalas y de los chavales como si fuera un fracaso propio o de la familia, entre otras cosas, porque vivimos con el mito de que el progreso debe ser uniforme y lineal. Pero la realidad se impone, y no es infrecuente que esas chicas y esos chicos se revuelvan cuando las cosas empiezan a ir un poco bien. […]
Seguir leyendo «Desregulación: una oportunidad de reparación «[…] La cosa es que, además —para acojonarme más si cabe— me cuentan que Juanito es más malo que Hitler con un dolor de muelas. Que se escapa de casa y que se la pela todo; que va por la vida trapicheando, que corta el bacalao, y que amarga la vida a todos los compañeros de clase que no le siguen el juego. Y que tenga cuidado si me quedo con él a solas, porque es impredecible y no tiene freno. Glup. No me jodas. […]
Seguir leyendo «Juanito: la restauración de la confianza en el mundo adulto»
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