Fácil, sencilla y al alcance de todo el mundo, La Botella Mágica es una actividad excelente para trabajar la autorregulación de las emociones de tus hijos e hijas, de entre 5 y 10 años. Además, es casi seguro que tienes en casa todo lo que necesitas, así que ¿a qué esperas? ¡Hazlo hoy mismo! ¡Mindfulness puro!
Papel, pinturas, pegamento o cinta adhesiva, un palillo, una botella de plástico y un pequeño alfiler. Si tienes un poco de plastilina, mucho mejor ¿los localizas? ¡Pues adelante!
A prácticamente todos los padres y todas las madres les gustaría que sus hijos e hijas sean personas reflexivas, que viven con intensidad sus emociones, pero que no se vean afectados por el caos o la rigidez en la toma de decisiones.
No obstante, muchos padres y madres no tienen claro qué pueden hacer para ayudarles a desarrollar más autocontrol, sobre todo cuando son más pequeños.
La actividad que te proponemos hoy se fundamenta, entre otros, en 3 principios básicos:
- El autocontrol de desarrolla de la mano de la teoría de la mente. Es decir, que si los niños y niñas tienen un esquema claro de cómo funciona su cabeza, pueden comprenderse mejor a sí mismos, y controlar mejor sus impulsos.
- Las neuronas que trabajan juntas permanecen juntas. Si se estimula la parte más racional de su cerebro cuando la parte más reactiva está funcionando, se irán desarrollando las conexiones cerebrales que mantienen ambas unidas. Es como el cabo muy grueso que necesitan para mantener amarrado el barco en caso de tempestad.
- La aceptación de que las emociones son transitorias. Una de las cosas que más saca de quicio a los niños y niñas es que cuando son presa de un “secuestro emocional” sienten que esas emociones —de enfado, tristeza , vergüenza…— van a permanecer ahí para siempre. Si aceptan que esto no es así podrán proyectarse en una visión más agradable del futuro, cosa que les ayudara, sin duda, a volver a un estado de calma.
Dicho todo esto, vamos al ajo. Sigue nuestras instrucciones:
- Toma una botella de plástico grande, de litro y medio o dos litros.
- Ponla boca arriba, y pega a diferentes niveles 3 rayas horizontales. Casi en la base una verde, hacia el medio una amarilla, y cerca del tapón una roja. No te compliques, con papel y cinta adhesiva es suficiente.
- Toma un pequeño alfiler y perfora levemente su base. Haz una prueba. Llena la botella de agua y permite que el líquido salga naturalmente por ese agujero ¿cuánto tiempo tarda en vaciarse la botella? Si ronda los 5 minutos, perfecto.
- Tapa el agujero que has hecho con un poco de plastilina. Aplástalo un poco, de manera que pueda separarse bien de la botella, pero que mantenga una superficie plana.
- Ahora, si quieres, adorna la botella como quieras. Suele ayudar mucho dibujar sobre ella, con un rotulador indeleble, símbolos que parezcan mágicos. Así lo harás todo mucho más interesante.
¿Listo? ¡Perfecto! Es hora de explicar a tu hijo o hija en qué consiste el invento.
“¿Sabes? Esta mañana me he encontrado una botella mágica. Es una botella mágica porque tiene un superpoder muy importante: puede tranquilizar a cualquier persona ¿qué te parece si la ponemos a prueba? Veras. Presta mucha atención.
Cuando sintamos enfado, tristeza, vergüenza, miedo, o cualquier otra cosa que no nos guste, vamos a utilizarla para relajarnos. Pero para que funcione, tenemos que seguir estas instrucciones (hazlo y que lo vea):
- Primero, tenemos que dibujar con un palillo qué es lo que sentimos en este pegote de plastilina (el que tapa el agujero por donde dejarnos drenar el agua). Si no sabes cómo hacerlo, puedo ayudarte. Así la botella podrá llenarse de este sentimiento.
- Después, llenaremos el de agua la botella, hasta donde pensemos que nos afectan estas emociones. Si es muy poquito hasta el verde. Si nos sentimos incómodos hasta el amarillo. Y si creemos que casi no podemos más, hasta el rojo. Así la botella podrá reflejar qué nos pasa.
- Elegiremos agua fría, templada o caliente, según cómo creamos que es nuestro sentimiento.
- Finalmente, quitaremos este pegote de plastilina. Y permitiremos que el agua salga poco a poco de la botella. Trataremos de prestarle la máxima atención posible, fijándonos mucho en el chorrito que sale. Si lo hacemos bien, sentiremos como nuestras emociones se vacían, igual que el agua de la botella. Así podremos volver a la tranquilidad, y a estar más a gustito”.

Si repites con frecuencia no sólo les ayudarás a desarrollar un mejor autocontrol, sino que también podrás ir trabajando su visión de la mente. Que ellos y ellas puedan simbolizar y comprender cómo funciona su cabeza es el paso previo para que puedan entender a los demás y mantener relaciones de calidad, basadas en el aprecio sincero y en los buenos tratos.
¡No hay excusa! ¡Ponte a ello!
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Wow es buenisimo.hasta qué edad lo recomiendas? Muchas gracias por el articulo
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De nada. Gracias a ti, Claudia, por tus palabras. La actividad está pensada para niños y niñas entre 5 y 10 años. Pero más por motivos de motivación que por otra cosa. En realidad, creo que sirve para cualquier edad, sólo que los niños y niñas más mayores, y lo adolescentes, suelen acabar siendo más reacios a participar en este tipo de actividades. No obstante, si hay ganas por parte de todos/as ¡adelante!
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