Verdades piadosas: cuando la sinceridad protege

Llamo “verdades piadosas”, a esos relatos o narrativas que son coherentes con la realidad, y que permiten a las personas, peques y mayores, estructurarse y superar acontecimientos o vivencias complejas sintiendo suficiente seguridad. 

Tiene 5 años y su madre llevan 2 años en prisión. Él está en acogimiento familiar, y hasta ahora sólo ha recibido mentiras piadosas. Ahora toca contarle una verdad que permita rescatar y valorar en positivo a la persona a quien más quiere. Vamos allá.  

«Queremos hablar contigo de una cosa muy importante. 

¿Recuerdas que Amatxu te ha explicado que estaba trabajando fuera de casa para conseguir dinero para llevarte a […]? 

Hasta ahora te hemos mentido todos, porque eras muy pequeño y creíamos que no estabas preparado para conocer lo que estaba pasando. Pero ahora eres un niño mayor, y eres suficientemente fuerte y listo para saber la verdad.  

Te pedimos perdón por haberte mentido. Ahora sabemos que nos equivocamos.  

Amatxu tiene que pasar una temporada en una casita, como si estuviera castigada. Se equivocó, e hizo algunas cosas mal, y un señor que manda mucho, le ha obligado a estar en ese sitio mucho tiempo.  

¿Recuerdas el “rincón de pensar” del cole?  

Pues Ama está en un sitio parecido. Es un lugar donde tiene que pensar sobre las cosas que ha hecho mal, para no volver a equivocarse en lo mismo.  

Pero, descuida, no está sola; sino con otras personas que le atienden, y con quienes puede hablar. Como tú en la escuela. A fin de cuentas, es un sitio para aprender a hacer las cosas mejor.  

Seguro que te preguntas qué ha hecho tu ama para acabar castigada allí, ¿verdad? 

Ama sentía un dolor muy fuerte, y necesitaba una planta que le ayudaba a calmar ese malestar. Pero esa planta costaba mucho dinero. Así que tuvo que coger cosas que no eran suyas, y venderlas, para poderla conseguir.  

Pero no te preocupes, ama está sana. No le va a pasar nada. Es un dolor que no tiene que ver con ninguna enfermedad, sino con la tristeza, el miedo o el enfado, que cuando son muy gordos, duelen en el cuerpo también.  

Así que recuerda: hizo algunas cosas malas, pero no lo hizo para hacer daño, sino para dejar de sufrir 


Gorka SaituaAutor: Gorka Saitua. Soy pedagogo y educador familiar. Trabajo desde el año 2002 en el ámbito de protección de menores de Bizkaia. Mi marco de referencia es la teoría sistémica estructural-narrativa, la teoría del apego y la neurobiología interpersonal. Para lo que quieras, ponte en contacto conmigo: educacion.familiar.blog@gmail.com

 

2 comentarios en “Verdades piadosas: cuando la sinceridad protege

  1. marisa2912

    Muy a favor de las verdades piadosas…. creo que no hay nada más liberador para un niño que contarle la verdad…. las mentiras esconden silencios incómodos y obliga a los niños a tragarse preguntas que no pueden hacer y si las hacen a recibir respuestas que los confunden todavía más. Lejos de protegerles, ocultarles la realidad a los niños les condena a que no se puedan expresar, que no puedan preguntar con libertad, a que noten que algo pasa y que inventen sus propias películas que a veces superan en crudeza a la propia realidad. Es igualmente aplicable para los adultos….

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