[…] No es extraño que esas personas se sientan más solas y desamparadas con unos profesionales que no respetan sus ritmos, sus anclajes a la seguridad o sus recursos, porque están más centrados en justificar que han hecho algo, no vaya a ser que salte la liebre y alguien les reproche lo contrario. […]
[…] Me tragué una chispa de vergüenza. ¿Cómo no lo había visto antes? El elefante estaba en la habitación y no lo había podido ver al tener la mirada fija en lo que mi formación de base me indicaba. […]
[…] —Deja, Amara, no me hagas ni caso; ni caso, ¿vale? —dije, asumiendo mi equivocación— Esos son mis recursos y no tienen por qué funcionarte a ti. Piensa en lo que te suele funcionar a ti. Eso es lo importante. […]
[…] Lo primero que me pidió el cuerpo fue quitar importancia al asunto. Decirle que estaba llorando por una tontería y que no se preocupase, que mañana todo estaría mágicamente arreglado. […]
[…] Por eso, cuando las tortugas se sienten amenazadas, meten su cabeza dentro del caparazón. Se aíslan del mundo y, ahí, se sienten seguras y tranquilas, pero también muy constreñidas. Está oscuro, respiran con dificultad y les cuesta mucho moverse. […]
[…] Más es mejor implica la idea de que los profesionales sabemos más o somos más conscientes de la realidad que las personas directamente afectadas, porque para eso hemos estudiado, “somos neutrales” —nótese las comillas y mi carita de cabroncete—, mantenemos una “sana distancia” —me entra la risa tonta— y, entonces, podemos tener certeza sobre qué necesitan las personas, lo cual, nos da el derecho a imponerlo, por las buenas, con chantaje, o con un puñetazo en la mesa. […]
Que esto no es una tecla mágica que lo resuelve todo… ya te lo digo yo.
Pero, a veces, resulta útil tener RECURSOS SENCILOS y PRÁCTICOS para distingir si lo que sentimos en la relación con nuestras hijas o hijos es fiable o no. Porque, a menudo, los EPISODIOS IRRESUELTOS de nuestro pasado irrumpen anulando nuestros recursos y activando RESPUESTAS PROTECTORAS que les confundan, les generen inseguridad o, en el peor de los casos, lleguen a alternar la relación que tienen consigo mismos, al imponerles nuestra propia realidad (“alien self”).
Vamos, que nos ayuden a poner un freno, si se puede; o a mirarnos lo que nos toca, y propiciar una reparación.
¿Tengo una respuesta mentalizadora?¿A qué es debido?
Basado en:
BATEMAN, A. y FONAGY, P. (2016). Tratamiento basado en la mentalización para los trastornos de la personalidad. Bilbao: Deslee de Brouwer
DANGERFIELD, M. (2017). Aportaciones del tratamiento basado en la mentalización para adolescentes que han sufrido adversidades en la infancia. Cuadernos de psiquiatría y psicoterapia del niño y del adolescente. SEPIPNA, nº 63.
PITILLAS, C. (2021). El daño que se hereda. Comprender y abordar la transmisión intergeneracional del trauma. Bilbao: Descelee de Brouwer
Debe estar conectado para enviar un comentario.