[…] «¿En serio, colega?», pensé. «No has usado chupete en tu vida, ¿y lo quieres empezar a usar ahora, con 3 años medio? Anda a cagar.» […]
Seguir leyendo «¡Quiero un chupete!: sobre la necesidad del objeto transicional «
[…] «¿En serio, colega?», pensé. «No has usado chupete en tu vida, ¿y lo quieres empezar a usar ahora, con 3 años medio? Anda a cagar.» […]
Seguir leyendo «¡Quiero un chupete!: sobre la necesidad del objeto transicional «[…] Hoy ha aprendido —un poco, al menos— que sus deseos son importantes, pero también que cuesta valor y esfuerzo defenderlos, y ha sentido placer en lograrlo. Así, sólo así, podrá entender la importancia que tienen los intereses de los demás, y que es un acto de amor respetar sus cosas y sus espacios, porque ellas y ellos los necesitan, igual que ella. […]
Seguir leyendo «Carta a la señora que me miró mal»Tal y como se advirtió, se empiezan a observar niñas y niños entre 0 y 3 años con las conductas de exploración permanentemente inhibidas, lo cual, puede ser un indicador de la existencia de un estrés tóxico que puede alterar todo el desarrollo.
Seguir leyendo «¡Alerta! Exploración inhibida en la primera infancia «[…] Cogí un pellizco al globo y lo mordí a la altura del nudo, haciéndole un agujerito muy pequeño. Después, me lo metí dentro de la camiseta, en el pecho alto, casi a la altura del cuello. Se escuchaba un silbido muy leve. […]
Seguir leyendo «El globo de la tristeza»[…] Madres o padres que acompañan a sus hijas e hijos al parque, y aprovechan para potear. Ya sabéis, porque el parque es un coñazo, han tenido un día de mierda y “necesitan desconectar”. Así que dejan a las y los peques sueltos, que para eso se crean esos espacios en las ciudades, ¿no? […]
Seguir leyendo «Escenas cotidianas en el parque del horror»[…] —Vete a la ferretería de abajo, y tráeme una tijera para tres dedos —dijo—. Pero dile claramente al señor que no me vale una tijera cualquiera, sino que tiene que tener 3 hojas y 3 asas. Anda, a por ello. […]
Seguir leyendo «Una tijera de tres dedos: sobre la normalización del maltrato»[…] Estaba siendo difícil. Habíamos invitado a unos amigos y a sus hijos a comer a casa y, al llegar, los niños se habían puesto a explorar sus cosas, invadiendo su espacio. En consecuencia, ella había reaccionado exigiendo que no tocaran sus cosas e, incluso, en una ocasión le había arrebatado a otro niño un juguete de las manos. […]
Seguir leyendo «¡Que no toquen mis juguetes! «[…] Lo primero que identifiqué, como seguramente hayáis adivinado, es que estaba en un estado vagal dorsal. Y que era este estado, y no otra cosa, lo que iniciaba y sostenía esta secuencia de interacción. Es decir, que yo andaba chungo y mi cuerpo emitía señales que hacían que todos a mi alrededor estuvieran afectados: mi hija, porque se sentía —seguramente— solita y y que le estaba tratando mal, y mi pareja porque estaría pensando cosas del tipo «ya le vale a este subnormal». […]
Seguir leyendo «A tortas con los dientes: una solución «Color, forma, textura, temperatura… Las emociones cobran sentido en el pensamiento concreto de las niñas y niños.
Seguir leyendo «Dar cuerpo a las emociones: una breve experiencia»[…] Esa niña estaba pasando por un momento difícil, porque su Aita estaba malito y tenía que pasar una temporada en el hospital. […]
Seguir leyendo «Carita de colores «
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