[…] Imponer nuestras categorías a la gente que sufre es un ejercicio de poder innecesario, iatrogénico, cuando no un ejercicio de burda manipulación. […]
Seguir leyendo «¿Emociones contrarias? No sé yo «
[…] Imponer nuestras categorías a la gente que sufre es un ejercicio de poder innecesario, iatrogénico, cuando no un ejercicio de burda manipulación. […]
Seguir leyendo «¿Emociones contrarias? No sé yo «[…] —Es sencillo. Yo voy a describir un estado del sistema nervioso y vosotros sólo tenéis que seguir las sensaciones que se active en vuestro cuerpo, hasta dar con un evento que las haya detonado. […]
Seguir leyendo «La calma que habíamos deseado «[…] A veces, se nos olvida lo complicado que es desandar las emociones hasta poder conectar con lo que de verdad sentimos y lo que podemos necesitar. Y, a menudo, en nuestro deseo de “calmar” a las niñas y niños nos olvidamos de que deben transitar determinadas emociones para reconectar con sus necesidades y satisfacerlas de verdad. […]
Seguir leyendo «¡Quiero pañal! Atención de urgencia a una regresión «[…] Porque identificar el amor con la agitación del corazón no es baladí, sino que contiene una serie de significados ocultos. Unos significados que, ahora que te has formulado la pregunta, quizás y sólo quizás, puedes empezar a vislumbrar. […]
Seguir leyendo «Clase 2: ¿Dónde sientes el amor? «[…] El gigante hacía cualquier cosa por no mirar allí adentro. Pasaba los días, las semanas y los años construyendo un refugio que no necesitaba, porque era el ser más poderoso del mundo entero. Decía que necesitaban un lugar apartado, sin ventanas, con las paredes fuertes y una puerta sólida, porque les acechaban peligros enormes, y tenían que estar preparados. […]
Seguir leyendo «El gigante de piedra «[…] —Estoy con muchos nervios aquí y aquí —dije, señalando mi frente y mi pecho—, y lo estoy pasando bastante mal. Si me ves mirando a un sitio con cara de tonto y no te hago caso, es por eso. […]
Seguir leyendo «Globitos para cuidar el alma»[…] El síntoma no es un enemigo porque nos habla, bien clarito, de las necesidades que deben ser satisfechas. […]
Seguir leyendo «A veces, las drogas blandas protegen de peores consumos «[…] Observo en el sector cierta tendencia perversa a amoldarse a la demanda que formulan muchas madres y padres, que —con la mejor de sus intenciones— quieren que su hija o su hijo sea el más alto, el más guapo, el más popular, el más inteligente o el que se lleva el premio a final de curso. […]
Seguir leyendo «Huye de quien te promete cambiar a tu hijo»[…] —Vete a la ferretería de abajo, y tráeme una tijera para tres dedos —dijo—. Pero dile claramente al señor que no me vale una tijera cualquiera, sino que tiene que tener 3 hojas y 3 asas. Anda, a por ello. […]
Seguir leyendo «Una tijera de tres dedos: sobre la normalización del maltrato»[…] Poner la atención en la herida no la curaba —claro, para ello necesité palets de antibióticos por vena—, pero sí la hacía mucho más llevadera. […]
Seguir leyendo «El dolor y la mente: una relación tensa «
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