Son mucho más eficaces que los sermones. Mira.
Es un juego muy tonto.
De repente, pongo cara de loco y digo:
—¡Que viene un besito! —como si anunciara una tortura.
Y empiezo a hacer “chuic”, “chuic”, poniendo morritos, besando al aire, y acercándome poco a poco a ella, como una verdadera amenaza.
Ella suele aguantar como una jabata, contenida y divertida, hasta que invado su espacio vital. Entonces, grita:
—¡Nooooo!
Yo me retiro haciéndome el tonto, diciendo:
—Ah, vale, vale…
Y vuelta a empezar.
Ha sido una cosa espontánea, nada más. Pero luego, pensando, he podido comprender la importancia que estos “juegos de límites” tienen para las niñas y niños, porque cumplen, al menos, una triple función:
Por un lado, permiten a las niñas y los niños EXPLORAR LOS LÍMITES de su espacio vital, así como las sensaciones de alarma que aparecen cuando alguien lo invade sin su permiso.
También ofrecen a las niñas y los niños la posibilidad de ensayar o preparar una RESPUESTA PROTECTORA, que pasa por decir que no, o correr a los brazos de su madre donde invariablemente encuentra algo de tranquilidad.
Por último, el juego en sí mismo transmite la idea de que está mal violar el espacio vital de las personas, animando a las niñas y los niños a que DEFIENDAN el suyo, y RESPETEN el de otras personas.
Si hay algo evidente, es que éste tipo de juegos les ayudan a identificar o protegerse de una agresión sexual, cosa que es mucho más frecuente de lo que nos gusta a las personas adultas reconocer. Y es mucho más eficaz ayudarles así, a través de un juego que les estimula o interesa, que no a través de discursos raros, descontextualizados y que muchas veces no saben hacia dónde van.
Pero también es una oportunidad clave para señalar a las niñas y niños que conocemos sus límites, y que estamos dispuestos a respetarlos, sí o sí. Que el mundo adulto debe ser respetuosos con sus necesidades y su espacio, aunque estén en una posición de vulnerabilidad.
Porque respetar los límites es condición necesaria para que en casa haya calma.
¿Lo ves?
Referencias:
ALETHA J. SOLTER (2013). Juegos que unen: cómo solucionar los problemas de comportamiento de los niños mediante el juego, la risa y la conexión. Barcelona: MEDICI
LEVINE, P. A. y KLINE, M. (2017) Tus hijos a prueba de traumas. Una guía parental para infundir confianza, alegría y resiliencia. Barcelona: Eleftheria
En este blog «caminamos a hombros de gigantes». La mayor parte de las ideas expuestas se basan en nuestra bibliografía de referencia.

Autor: Gorka Saitua. Soy pedagogo y educador familiar. Trabajo desde el año 2002 en el ámbito de protección de menores de Bizkaia. Mi marco de referencia es la teoría sistémica estructural-narrativa, la teoría del apego y la neurobiología interpersonal. Para lo que quieras, puedes ponerte en contacto conmigo: educacion.familiar.blog@gmail.com
«identificar y defenderse» de una agresión sexual.
Quienes fueron agredidos ¿no la identificaron como agresión y por eso fueron agredidos?, ¿no se defendieron y por eso fueron agredidos?.
¿Si la identificasen y se defendiesen no serían agredidos?
No lo veo. El juego está bien para que normalicen que los demás deben respetar sus límites, y ellos marcarlos. Pero traspasarlo a que con ese juego las agresiones sexuales se darían menos…: no lo veo
Un juego con ese fin: trabajar sobre quienes no respetan los límites, y hacer juegos para que aprendan a identificar y respetar los límites de los demás.
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Entiendo tu aportación, y me parece un cuestionamiento adecuado. Es verdad que siempre es un error responsabilizar a la víctima, aunque sea indirectamente. Gracias.
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Creemos que hay que empoderar a la víctima, a veces para aliviar el miedo de que a una hija/o lo puedan violar. Parecen ejercicios más para tranquilizar a los padres/adultos, que para realmente proteger. Ese espacio invadido vital, en muchas ocasiones no es que se desconozca que existe o que no se sepa proteger o que no se haya aprendido a proteger. Mira, hay muchas ocasiones normales en que ese espacio vital se traspasa de manera sana y natural (un médico, un familiar, etc.). Los depredadores saben como entrar ahí de tal manera que parezca natural. El punto está en hacer pensar a la víctima que guardando un secreto va a proteger a ese padre/madre/tutor tan preocupado por ella/él. Si me preguntasen por la prevención del abuso centrada en la posible futura víctima (y no en el posible futuro agresor): cuentos y teatro, sobre guardar secretos, qué es coaccionar, qué amenazar, y de qué maneras tan retorcidas pueden hacerlo como apelando al bienestar de una madre/padre/familiar.
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Me parece una aportación excelente. Gracias por tu tiempo y por dar más valor a este espacio. Saludos!
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¡Gracias a ti por valorarla!
Gracias también por compartir y crear este espacio.
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Pingback: Juegos de límites y prevención del abuso sexual infantil — educación familiar – Gerardo Luna
Gracias por compartir, Gerardo.
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