Se puede ver, sin ser localizado.
Se puede oler, sin ser olfateado.
Se puede escuchar, sin ser oído.
Se puede saborear, sin ser degustado.
Pero no se puede acariciar, sin ser tocado.
Y la forma más íntima de recoger a otra persona, es mediante un abrazo.
Un abrazo no sólo es la persona que lo necesita;ni una persona con la voluntad de darlo.
Un abrazo es un contacto profundo, en el que ambas almas deben sentirse dignas de recibir y disfrutar de ese abrazo.
Hay muchos abrazos que no llegan; y por el camino dejan cadáveres congelados.
Los cadáveres de las personas que quisieron dar, pero no pudieron recibir el mismo abrazo.
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Gorka Saitua | educacion-familiar.com