[…] La gente se ríe bastante de mí cuando propongo estas cosas. Les parecen poco ortodoxas o salidas del tiesto. Pero estoy convencido de que, a veces, cambiar de perspectiva —desde lo más analítico y racional, hasta lo más simbólico y emocional— puede ayudar mucho. […]
Seguir leyendo «¿Un final feliz para el coyote y el correcaminos? «
Debe estar conectado para enviar un comentario.