[…] nos ponemos una máscara de falsa modestia para encajar, para no destacar y ser sancionados, para minimizar los riesgos, y eso es justo lo que provoca una fractura interna […]
Seguir leyendo «Falsa modestia»
[…] nos ponemos una máscara de falsa modestia para encajar, para no destacar y ser sancionados, para minimizar los riesgos, y eso es justo lo que provoca una fractura interna […]
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[…] Todas y todos estamos de acuerdo en que las fantasías disociativas —a saber, esas ensoñaciones con forma narrativa que cubren necesidades en un mundo paralelo o imaginario— pueden ser muy satisfactorias. Pero, ¿por qué llegan a cubrir tan eficientemente esas necesidades? […]
Seguir leyendo «La fantasía disociativa como recurso de afrontamiento»
[…] A veces, la disociación puede ser una forma de conexión; y no es ajena a la seguridad que la persona necesita. […]
Seguir leyendo «La escoria»
[…] Si hay un síntoma, hay esperanza. La alternativa al síntoma no es el bienestar, sino que, en ausencia de la seguridad que la persona necesita, es posible que sea otro síntoma menos adaptativo o, peor aún, la desorganización. […]
Seguir leyendo «El veneno que hay que tragar»
[…] Gestos todos ellos que te devuelven, una y mil veces, que eres menos que los demás porque no eres capaz de lidiar con la información, sensaciones y emociones que le resultan naturales al resto del mundo. […]
Seguir leyendo «Carta desde los ojos»
[…] Si empujan a la niña o niño a enfrentar sus miedos, pueden causarle un tremendo sufrimiento porque para la niña o el niño el objeto identificado como terrorífico se siente como una amenaza vital. Pero, si por el contrario, las madres y los padres optan por protegerlo ante esos miedos aparentemente irracionales, estarían reforzando la idea claramente irracional que la peque o el peque tiene de ese objeto como algo terrible, dañino o peligroso, yendo en contra del criterio de realidad. […]
Seguir leyendo «La trampa de los miedos irracionales «
[…] No hay mejor indicador de éxito profesional que llegar a viejo y seguir sintiendo de cerca el dolor de la gente que sufre. Es el mejor homenaje que podemos hacer a la gente que lo está pasando mal, muy mal, y que se abre en canal, con la esperanza de encontrar un camino más satisfactorio. […]
Seguir leyendo «La cultura de la disociación profesional: todo un problema»Hoy os quiero recomendar el libro INVISIBLE de Eloy Moreno, sobre el #acosoescolar.
Ninguna tontería.
Menuda llorera.
Una de las cosas que más me ha llegado es cómo el protagonista y niño acosado crea recursos —en su caso un pensamiento mágico— para seguir sintiendo que tiene en control de la situación. Imagina que tiene el superpoder de hacerse invisible y, así, evitar el maltrato de su contexto. Algo que es coherente con lo que ve a su alrededor, dado que todo el mundo le hace el vacío, como si no se percatara de su presencia.
Este recurso #disociativo lo mantiene lejos de la realidad pero, hasta cierto punto, a salvo. Porque lo que le rompería de verdad, lo que es inasumible, es aceptar que toda la peña de su alrededor es consciente del maltrato que sufre, del que no puede protegerse, y nadie hace nada.
Esto me conecta con la experiencia de mi propia hija, en cuya escuela hay un niño que le pega. El otro día, al salir de clase, le pregunté qué tal le había ido, y me contestó:
—Bien, aita, HE CONSEGUIDO que no me haga daño.
Ya que hablamos del dolor invisible de la infancia, ojo con esto. Cuando escuchéis algo raro a una niña o un niño, como si tuviera el control de una situación que evidentemente escapa a su manejo, intervenid, porque probablemente sea el #autorreferencial asociado a al riesgo de #trauma.
Algo que le pasa al protagonista del libro, me pasó a mí cuando me aislaron mis iguales y, ahora, le pasa a mi peque.
¿Entendéis mis lágrimas?
Pues que sirvan de algo para proteger a la infancia.
Gorka Saitua | educacion-familiar.com
[…] Lo primero que sentí fue un golpe que, como una patada, me recolocaba el pecho. Me quedé con cara de tonto, sorprendido, porque no estaba pasando nada grave ni importante. La niña estaba bien y en compañía de su madre. Pero mi cuerpo estaba reaccionando como si se tratase de un evento crucial en nuestra vida. […]
Seguir leyendo «La escisión de lo agradable: otra respuesta ante el trauma»
[…] Por eso, no se trata de suprimirla, sino de hacerla digerible o manejable para que las niñas y niños puedan usarla de manera primero asertiva y, si las cosas se tuercen, dando un puñetazo en la mesa. Pero sin dañar a los demás, porque sentirla y aceptarla como una parte valiosa de nosotros mismos no implica necesariamente un pasaje al acto, sino todo lo contrario. Lo que sabemos acerca de ella va en la línea de que sentirla en toda su intensidad, con todas las fantasías destructivas que aparecen en la mente, y compartirla en un entorno seguro, es un factor de protección a corto, medio y largo plazo. […]
Seguir leyendo «Rabia para un mundo mejor, más seguro y más tierno «
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