«Verás cuando seas padre. Toda esta teoría no te va a servir de nada.» Pues, ahora que soy padre, puedo responder con sinceridad, desde el corazón y sin vergüenza.
«Verás cuando seas padre. Toda esta teoría no te va a servir de nada.»
Lo he escuchado de amigos y enemigos. De gente que me quiere bien, y de quien me quiere ver arrastrándome por el suelo.
Ahora soy padre, y puedo responder con sinceridad, desde el corazón y sin vergüenza.
Porque sí. Sí que me ha servido. Os lo cuento.
Me sirvió, durante años, para comprender y ayudar a muchos padres y madres con una actitud humilde y comprensiva. Para valorar y tomar en serio sus soluciones y situarme, no pocas veces, con curiosidad, en postura de aprendiz agradecido a estos maestros y maestras.
Me motivó a tomar la decisión de repararme por dentro. Para hacer un trabajo personal que me permita volver a conectar el cableado que andaba desenchufado.
Para reprocesar algunas experiencias que quería dejar a parte, en cajitas aisladas en mi cerebro, y que sin duda habrían condicionado la relación con mi hija.
En definitiva, para confiar en que mi vulnerabilidad me hace fuerte y sacar motivación y ganas para iniciar y sostener durante años una terapia que me sigue ayudando a estar más presente en la experiencia de las personas con quiénes trabajo y en la de mi hija.
Nos ayudó a mí y y mi pareja para vivir con más conciencia el embarazo. Para disfrutar hablando de cómo queríamos que fuera la educación de nuestra hija, y para predecir los retos con los que íbamos a encontrarnos.
Por ejemplo, para reconocerme y reconocerle, antes de que lleguen los problemas, que mi cuerpo tiende a la evitación y a huir de los problemas, ensayando soluciones que hoy seguimos poniendo en práctica.
Nos estimuló a tomar conciencia de nuestras limitaciones como madre y padre y a decidir, en consecuencia, a qué cursos queríamos ir, y con quién, antes de ser arrastrados por el estrés y el día a día de la crianza.
Me ayudó a prever la crisis que se iba a acontecer nos como pareja y las dificultades que tendríamos que enfrentar como una familia recién nacida.
En su día, me motivó a crear este blog con quién es ahora mi mujer. Qué lee y revisa gran parte de los artículos. Así que llevamos unos años hablando formal e informalmente de educación y crianza. Distinguiendo entre lo que es prescindible, urgente e importante. De manera que ahora, que somos padre y madre, no tenemos que acordar o discutir más que los detalles.
Ahora, que mi hija cumple 7 meses, me sirve para prestarle más atención y fascinarme con cada uno de sus logros, dándoles la importancia que merecen.
Para poner la atención en las cosas que para ella son importantes, y alejarme un poco más del nocivo pensamiento adultista.
Y sobre todo, como hombre imperfecto que soy, me ha servido para situar algunas alarmas para detectar a tiempo los errores. A conocer mis puntos débiles y estar dispuesto a pedir ayuda nada más aparezcan las dificultades o los problemas. Porque estar formado y entrenado para ayudar a otros padres y madres no me exime de tener mis propias batallas pendientes.
Así que, chicos y chicas, que me queréis, que me odiáis o a quienes os resulto indiferente. Lo digo y lo repito. Alto y claro. No hay nada más práctico que una buena teoría 😉
Salud y feliz año nuevo.
Autor: Gorka Saitua. Soy pedagogo y educador familiar. Trabajo desde el año 2002 en el ámbito de protección de menores de Bizkaia. Mi marco de referencia es la teoría sistémica estructural-narrativa, la teoría del apego y la neurobiología interpersonal. Para lo que quieras, ponte en contacto conmigo: educacion.familiar.blog@gmail.com

Muchas gracias por esto que escribís. Trabajo como azafata pero soy Musicoterapeuta y tengo formación en psicología. Y ahora que estamos en espera de adopción, leo mucho, y asisto a charlas y congresos sobre la temática de la crianza y educación de niños adoptados. Y en varias ocasiones me he encontrado con estas frases… “cuando lleguen los niños, todo lo que lees no te servirá de mucho” Y yo creo que si me servirá. Así que gracias por afirmarme en lo que siento. Feliz Año Nuevo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por dedicarnos estas palabras, Heiditolderlund.
Me alegro mucho de que te sirva lo que lees, sobre todo en un momento tan importante en tu vida.
Un abrazo y feliz año nuevo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Totalmente de acuerdo. Me quedo, porque me resuena mucho, con lo de reprobar experiencias pasadas que de no hacerlo hubiera condicionado la relación con mi hija.
Un abrazo a los dos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias Bibiana. Creo que es la parte más importante del artículo.
Saludos y feliz año nuevo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Con una niña de casi 3 años y un monstruito de 3 ,meses puedo decir que si ayuda a reaccionar a situaciones y tomar decisiones. ¡Nos leemos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy bien dicho. Gracias, compañero!
Me gustaLe gusta a 1 persona