[…] Vamos, que, si llegas jodida o jodido, lo más probable lo sigas estando una vez salgas por la puerta. Pero, quizás, de otra manera. […]
Seguir leyendo «Restaurar la pendulación natural del sistema nervioso: una prioridad incomprendida «
[…] Vamos, que, si llegas jodida o jodido, lo más probable lo sigas estando una vez salgas por la puerta. Pero, quizás, de otra manera. […]
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[…] En un determinado momento, el ponente nos llegó a decir que gran parte de los síntomas que padecen las personas están muy relacionadas con el deseo, la intención o la oportunidad —no recuerdo bien— de evadir la responsabilidad sobre los propios problemas y la propia vida. […]
Seguir leyendo «El síntoma como asunción de la responsabilidad: lo que no te han contado «
[…] Súa sabía lo que significaban esas miradas de preocupación. En lo más profundo de su corazón sentía que no era suficiente, que no estaba a la altura. Y, cuando ese mensaje le llegaba, su fuego se hacía más y más grande, hasta sentirse profundamente doloroso. Intolerable. […]
Seguir leyendo «Súa, la niña que llevaba fuego dentro»
[…] Hay quien se enfrenta a ella tratando de retener consigo a las personas que se distancia; y quien trata de distanciarse —también desde la desconfianza— para protegerse de la sensación de rechazo que ésta le genera. […]
Seguir leyendo «A favor de la desconfianza «
[…] Lo primero que me pidió el cuerpo fue quitar importancia al asunto. Decirle que estaba llorando por una tontería y que no se preocupase, que mañana todo estaría mágicamente arreglado. […]
Seguir leyendo «Pepinillos en vinagre «
[…] Quiero que eches tu mirada hacia dentro y pienses, por un momento, qué te sugiere esa costumbre tan humana de meter a una tercera o a un tercero en la relación, bien como fantasía, como deseo o como relación con un componente sexual que se materializa o no. […]
Seguir leyendo «Un tercero en la relación «
[…] Veo cómo te comparas con lo que te gustaría ser, y lo pequeña que te sientes al hacerlo, y reconozco el dolor que se deja entrever en tus ojos, al sentir estar frente a un reto formidable, casi imposible. […]
Seguir leyendo «El camino hacia los sueños «
[…] La trampa de los trapos sucios, a menudo, da inicio a una secuencia de acontecimientos que destruyen la salud mental de los más pequeños, siendo un factor de riesgo clave para trastornos psicóticos, es decir, para la pérdida de contacto con una realidad que se disuelve por momentos. […]
Seguir leyendo «La trampa de los trapos sucios: buenos motivos para volverse loco «
[…] Pero yo, que veo las cosas con el filtro de la lucha, no lo puedo ver como ella y pienso: «coño, Mariña, no hagas eso, que le estás dando la razón y alimentando su temor» y, claro, me cabreo un punto más. Y me sale un punto conductista que no me gusta nada reconocer: «estás provocando que nos lo vuelva a hacer». […]
Seguir leyendo «Diario de un gilipollas (I) «
[…] Y le digo, también, que toda esa tensión que queda atrapada en el cuerpo durante el reflejo vagal dorsal, intenta buscar una salida, expresarse, movilizar las respuestas protectoras (lucha, huída…) que en otro lugar y tiempo no se pudieron activar, siendo lo lógico que se movilicen precisamente con las personas que les dan o sugieren cierta seguridad. […]
Seguir leyendo «Encontrarse en el dolor»
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