[…] Lo peor para una marciana como Norah era estar sola, sin la compañía de otros extraterrestres con quienes se sentía tan a gustito. Así que pronto se vio obligada a mantener relación con los Terrícolas, unos seres descendientes de los monos, a los que les gustaba mucho andar en manada. […]
Seguir leyendo «La colonia: un oasis en el desierto | Cuento AACC»
Debe estar conectado para enviar un comentario.