Gritos que resuenan más que el dolor de la víctima

Sobre la absurda competición por ver quién está más enfadado o indignado por la tragedia.

Ocurre cuando salta la noticia de un abuso o un asesinato especialmente grave.

La rabia, la indignación y la petición de penas más duras para los perpetradores. Eso NO me preocupa. Es natural. Parte de la reacción normal de las personas que sienten rabia y miedo, al ponerse en el lugar de la víctima.

Sin embargo, ocurre en paralelo otro fenómeno mucho más peligroso, y que —aunque lo parezca— poco tiene que ver con la solidaridad con las víctimas: la absurda competición por quién está más enfadado o indignado por la tragedia.

—¡Prisión permanente revisable!

—¡Castración química!

—¡Qué coño! ¡Cortarle los huevos! ¡Sin anestesia!

—¡Pena de muerte ya!

—¡Que se lo dejen bien atado a la familia de la víctima!

Te suena ¿verdad?

Lo que resulta patético es que todo esto tiene poco que ver con lo que ha pasado, sino con nuestro ridículo narcisismo.

Intentamos destacar entre los miembros de nuestra especie a través del extremismo. Y ese chute de endorfinas, en forma de míseros “likes”, nos confirma que vamos por buen camino.

Me preocupa lo que las redes sociales están sacando de nosotros/as. Qué la lectura pausada, la duda y templanza no tengan eco alguno en los medios que todos/as consumimos. Me duele que todo nos empuje posicionarnos, rápidamente y con ignorancia, en cosas tan complejas ética y metodológicamente como decidir qué condena es justa para un asesino.

Me aterroriza a qué ideas y personas estamos dando voz sin darnos suficiente cuenta.

Quizás deberíamos preguntarnos qué pasa con los vulnerados y afectados cuando el mundo resuena con más intensidad que el dolor de familiares de la víctima y del verdugo.


Gorka SaituaAutor: Gorka Saitua. Soy pedagogo y educador familiar. Trabajo desde el año 2002 en el ámbito de protección de menores de Bizkaia. Mi marco de referencia es la teoría sistémica estructural-narrativa, la teoría del apego y la neurobiología interpersonal. Para lo que quieras, ponte en contacto conmigo: educacion.familiar.blog@gmail.com

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