En muchas familias existe una persona sobre la que recae la mayor parte de la culpa. Reciben una mirada invalidante por parte del resto de personas, pero suelen ser un ejemplo de coraje y resistencia.
Lo vemos con un cuento.
En muchas familias existe una persona sobre la que recae la mayor parte de la culpa. Reciben una mirada invalidante por parte del resto de personas, pero suelen ser un ejemplo de coraje y resistencia.
Lo vemos con un cuento.
Nuestras partes protectoras tienen una edad concreta, porque están ancladas a las dificultades y retos que tuvimos que superar en determinados momentos de la vida. Nuestro trabajo es localizarlas y darles la mirada y el cuidado que nunca tuvieron. Es una forma poética de hacer justicia.
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