* ¡IMPORTANTE!: Contáctame previamente si has hecho alguna formación conmigo antes. No quiero que el contenido del curso te resulte redundante.
¿De qué va el curso?
Ofrece conceptos, estrategias y recursos para construir y mantener una relación más segura con la sintomatología presente en las personas a las que se acompaña.
¿Para quién es este curso?
Dirigido a profesionales del ámbito educativo, sanitario y social. Si no estás dentro de estos colectivos, escríbeme (educacion.familiar.blog@gmail.com), y valoramos juntos si el contenido podría resultarte de utilidad o interés.
¿Qué es lo que vamos a aprender?
Bajaremos un poco al cuerpo, para poder dar importancia a las reacciones protectoras que emergen a nivel de las tripas, y poder utilizarlas como fuente de información fiable en los diferentes acompañamientos. Ten en cuenta esto, porque no a todo el mundo le gusta sentirse, ni le conviene conectar con las sensaciones del cuerpo.
Veremos algunos principios básicos de la teoría polivagal y la teoría sistémica, y cómo aplicarlos de manera efectiva para comprender la función del síntoma, dentro de un contexto ecológico-relacional complejo.
Desarrollaremos algunas ideas clave tanto de la teoría polivagal, como de la teoría sistémica, de la teoría narrativa, del apego, sobre el trauma y del modelo IFS (Sistemas de la Familia Interna), que más tarde aplicaremos en nosotras y nosotros mismos o en el análisis de casos prácticos.
Pondremos en práctica diferentes técnicas y recursos, tanto para el acompañamiento, el desarrollo de las entrevistas, la recogida sistemática de información, o para una supervisión de carácter más profesionalizado
Analizaremos casos prácticos, poniendo en práctica todas estas ideas y recursos, dado que es la mejor manera de integrar los aprendizajes.
Y, por supuesto, debatiremos acerca de las prácticas y los contenidos, tratando de cuestionar esta metodología o integrándola con otros paradigmas de trabajo.
¿Cómo lo vamos a aprender?
No se trata sólo de incorporar nuevos contenidos, o de resolver casos prácticos. Vamos a hacer ejercicios que nos lleven a “hackear” nuestro sistema nervioso autónomo, de manera que iniciemos el camino que lo haga más capaz no sólo de considerar, atender y tener en cuenta la información que proviene de nuestro propio cuerpo, sino también de prestar atención a las señales de seguridad que habitualmente nos pasan desapercibidas.
Nos uniremos a la “Revolución Copernicana en el Acompañamiento”, esto es, que colocaremos a las figuras profesionales en la secuencia relacional que sostiene el síntoma, entendiendo que nuestras reacciones viscerales y protectoras tienen un impacto profundo en cómo las personas se protegen, en cómo pueden gestionar su estrés crónico y/o tóxico, y en cómo reacciona el contexto.
En consecuencia, se colocará a las figuras profesionales como elementos clave en el sostenimiento del síntoma, el mantenimiento del problema, pero también para el desarrollo de soluciones que permitan un giro significativo en los acontecimientos.
¡No vengas si no estás dispuesta/o a hacer autocrítica!
¿Para qué puede servir?
Para cuestionarte tu trabajo.
Para poder considerar la información que habitualmente nos pasa desapercibida.
Para acercarte de manera más comprensiva al sufrimiento de las personas, o a los síntomas que permiten aliviarlo.
Para ser más reflexiva/o, y/o disfrutar de un trabajo algo más profundo.
Para cuestionarte la realidad que, a veces, damos por sentada.
Para conectar con otras compañeras/os que ven la realidad de manera similar, y disfrutar del apoyo mutuo.
Para integrar nuevas estrategias o recursos.
Para promover un autocuidado profesional un poco más satisfactorio.
Para ser más benévola/o con tu propio sufrimiento.
Y para otras cosas que no soy capaz de prever, seguro.
[…] —Claro, es que las familias muchas veces nos dicen que el síntoma no acontece en el domicilio familiar.
—Seguramente sea porque es verdad. Es muy probable que el síntoma no esté presente en la familia, porque es contextual y está ligado, soldado, a las relaciones que acontecen en el aquí y ahora. […]
[…] Madurar como orientador familiar es aceptar que no existe manera de guiar a la infancia ni a las familias del punto A al punto B; pero tampoco hay forma de asegurarse que ese punto B sea más deseable, porque todo lo que acontece o aparece en la vida de las personas se sitúa en un contexto ecológico relacional complejo, en el que los besos y las hostias saltan de flor en flor, como abejas puestas de LSD, o como un mapache a full de RedBull con vodka. […]
[…] La información que nos permite identificar las necesidades que están satisfaciendo los posibles síntomas está codificada en esos pequeños eventos que llevan a una persona a recuperar algo de su sentido de agencia, su esperanza y su dignidad. […]
«El principal objetivo de toda intervención debería ser convertir al sistema nervioso autónomo en un aliado, en vez de en un enemigo»
FINALIDAD
Introducir a las y los participantes en las aplicaciones que puede tener la teoría polivagal para comprender los diferentes síntomas que emergen o pueden emerger, dotándoles de algunas herramientas prácticas para atenderlos, tanto durante las sesiones, como a través de mecanismos de evaluación y supervisión.
OBJETIVOS
Comprender los aspectos fundamentales de la teoría polivagal, tanto a nivel teórico, como experimentándolos en primera persona, es decir, en el propio cuerpo.
Comprender la naturaleza circular y relacional de los diferentes síntomas que pueden presentar niñas, niños y adolescentes en diferentes contextos, entendiendo el papel activo que pueden jugar en esas secuencias las personas que tienen asignada la función de cuidar y proteger, especialmente las figuras profesionales.
Ofrecer una mirada diferente acerca de los síntomas (conductuales, relacionales, internalizantes, etc.) que puede sufrir la infancia y la adolescencia, entendiéndolos como una forma efectiva de preservar la dignidad, la esperanza y el sentido de agencia en un contexto ecológico-relacional complejo.
Conocer algunas herramientas efectivas que se puedan aplicar para cambiar la mirada de las figuras profesionales hacia la infancia vulnerada o que sufre, y que permita transformar los círculos viciosos que sostienen el síntoma, en círculos virtuosos que permitan secuencias sostenidas de reparación.
¿Cómo reconocer como una historia de dignidad, protagonismo y esperanza las microinteracciones que se producen a través del cuerpo?
¿Cómo unir nuestra propia historia de dolor y la de las personas a las que acompañamos en una narrativa de esperanza?
¿Cómo sostener una mejor relación con los síntomas de sufrimiento?
¿Qué pasaría si aceptásemos que formamos parte de la secuencia de interacciones que sostiene el síntoma?
¿Y qué hostias podemos hacer con eso?
Ni puta idea. Aquí no hay gurús, ni pollas en vinagre. Pero sí podemos crear un espacio que nos permita sentir más curiosidad hacia lo que acontece, maravillosa y mágicamente, en ese gran olvidado que es el sistema nervioso autónomo.
Somos un cuerpo que se protege, unido a una mente que da un sentido narrativo a esa experiencia.
2. Haz un ingreso de 60 euros en la cuenta que te facilitaremos tras dar a «enviar» a este formulario. Pon tu nombre y apellido en el concepto del ingreso.
[…] Las profesoras y los profesores se sitúan, así, frente a “problemas de mierda”, es decir, aquellos que implican una activación o desactivación de su propio sistema nervioso autónomo que les empuja a articular soluciones que, si bien parece que resuelven las cosas en el presente, suelen empeorarlas a largo plazo. […]
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