El síntoma como anhelo

Detrás de las transiciones que llevan a las partes protectoras a sentirse seguras, hay una HISTORIA que, durante mucho tiempo, se ha anhelado que se haga real. Y a la que se TEME por el fracaso o la decepción que puede ocasionar.

En este sentido, el síntoma puede entenderse, también, como un intento de COMUNICAR ese deseo o CONECTAR con él, pero reduciendo el riesgo de la frustración que resulta previsible a la luz del fracaso de las resistencias que en el pasado algo o alguien frustró, sometió, escindió o canceló.

Cuando dejamos de ver el síntoma como un problema y lo empezamos a percibir como un ANHELO frustrado, empieza a cambiar nuestra relación con él, dado que el cambio de narrativa nos invita a preguntar, observar, escuchar y acompañar.

No es el síntoma, amigas y amigos, es la RELACIÓN que tenemos con él.


Gorka Saitua | educacion-familiar.com

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