Los halagos: cadenas que limitan la libertad

Nos condiciona más una mirada en positivo, que otra de la que nos podamos defender. 

Imagina que trabajas en una fábrica, con un montón de compañeras y compañeros, y bajo el mando de un jefe.

Un día, empiezas a sentir que la atención del jefe se POSA sobre ti. Puede que tengas una sensación agradable, por ser visible ante una persona tan importante, o que sientas algo de preocupación por sentirte expuesta. Sea como sea, lo aceptas. A fin de cuentas, nada puedes hacer, ¿verdad?

Al poco, una compañera te dice que el jefe está HABLANDO BIEN sobre ti. Que ha dicho que tú ERES la mejor haciendo informes. Es probable que, con independencia de tu reacción inicial, te sientas afortunada y reconocida. A fin de cuentas, el jefe te está mirando con buenos ojos y reconociendo tu trabajo.

Quizás te sorprenda que no te lo haya dicho a ti, y que te hayas enterado por tu compañera. O que sólo diga eso, y no detalle qué es lo que le gusta EN CONCRETO. Pero da igual, no te vas a quejar, que has recibido un HALAGO.

Poco a poco, sientes que esa MIRADA se CONTAGIA a compañeras y compañeros. Y empiezas a SER, para todo el mundo, LA DE LOS INFORMES.

Quizás, entonces, empieces a sentir que hay algo que no te gusta. Pero no atinas a ponerle palabras. No te gusta esa mirada, pero sigues sin poder quejarte, porque se está reconociendo tu valor.

Como se te atribuye esa ESENCIA, también se te encargan trabajos relacionados con ella. Por ejemplo, se te pide que hagas las estadísticas para la contrata, o que rehagas los papeles que el resto han hecho mal. Es decir, se te obliga a CUMPLIR con esa ESENCIA, que te ha sido IMPUESTA a través de la mirada del otro.

Tú ya sientes, claramente, que se te está restando valor. Coño, yo hago bien otras muchas cosas, no sólo los informes. Me gustaría que se me valorase, también, porque ayudo a mis compañeras y compañeros, porque genero buen rollo, o porque tengo ideas valiosas. Pero sigues sin quejarte, porque no encuentras el camino.

Sientes que se te está restando valor y libertad, pero no puedes quejarte de nada en concreto.

Es posible, entonces, que hagas algo para expresar tu malestar. Yo qué sé. Que vayas a hablar con ese jefe, que te quejes a tu superior inmediato o que intentes demostrar que vales para otras tareas.

Entonces, llega el segundo golpe.

Probablemente, tachándote de que estás loca, que por qué te quejas, que eres una desagradecida.

Este es un resumen de cómo opera la COMUNICACIÓN PERVERSA. Que es aquella que trata a las personas como objetos, que tiene por objetivo manipular y controlar, y que se sustenta en lo que NO SE DICE. Es característica de las personalidades narcisistas que, para que nos entendamos, son esas que parecen tener un aura de perfección, pero que, muy en el fondo, utilizan a las personas como piezas en un tablero, buscando sólo ganar y beneficiarse de todo ello.

Pero, también, trasciende a esas personas.

Por ejemplo, es muy frecuente que las madres y los padres ATRIBUYAMOS características a nuestras hijas e hijos.

Cuando estas características son NEGATIVAS, lo identificamos rápidamente como un problema. Que si este niño es malo, que es como su abuelo el que nos hizo tanto daño, o que nunca va a llegar a nada.

Paradojicamente, estos son los casos menos complejos. A fin de cuentas, se ven, y la persona afectada puede defenderse porque es EVIDENTE que le están mirando de una forma que causa daño.

Pero todo se complica cuando esas características son POSITIVAS, como en el caso que he utilizado como ejemplo. Porque los niños, niñas o adolescentes, no se pueden defender y, además, DEBEN estar agradecidos.

En muchos casos, son chicas y chicos que soportan unas cargas tremendas. Ya sabes, SOY el bueno, el responsable, de quien depende el bienestar de todos, no puedo fallar, tengo que agradar a los adultos…. Porque SOY así y, por tanto, DEBO cumplir con ello. Si no cumplo, me pierdo.

Y mientras ella o él lloran por dentro, todos tranquilos. Porque mira qué bueno es, y qué gozada de niño.

Y esto, es lo que nos conecta con Sartre.

Nadie ES nada. Todas y todos somos EXISTENCIAS EN CONSTRUCCIÓN, y proyectos que van transformándose y encontrando un SENTIDO. Y es ahí donde podemos hacer ejercicio de nuestra LIBERTAD, sin estar ATADOS por la mirada del otro.


En este blog «caminamos a hombros de gigantes». La mayor parte de las ideas expuestas se basan en nuestra bibliografía de referencia.

Gorka SaituaAutor: Gorka Saitua. Soy pedagogo y educador familiar. Trabajo desde el año 2002 en el ámbito de protección de menores de Bizkaia. Mi marco de referencia es la teoría sistémica estructural-narrativa, la teoría del apego y la neurobiología interpersonal. Para lo que quieras, ponte en contacto conmigo: educacion.familiar.blog@gmail.com

 

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