Nos despertamos con la noticia de que Pedro García Aguado, conocido por el reality show «Hermano Mayor», ha sido seleccionado como Director de Juventud de la Comunidad de Madrid.
Y no sé… corregidme si me equivoco, porque la indignación no me deja ver.
A ver si he entendido bien.
Resulta que un tipo que ha utilizado, expuesto y vendido el sufrimiento de adolescentes y sus familias en los medios de comunicación; que presume de “arreglar” los problemas de las familias con pseudoterapias de 15 días; cuya forma de proceder ignora todos los códigos deontológicos de profesiones como la psicología, el trabajo social, o la educación social; que ostenta una actitud prepotente y narcisista, ignorando todos los principios del trabajo en red; que posiblemente carece de formación y que ensalza su experiencia personal como supuesto excocainómano y exdeportista, como un alarde de “iluminación” que le motiva y guía para tratar con chicos y chicas con elevados niveles de sufrimiento; que basa su [supuesto] éxito, sobre todo, en lo “duro que se lo ha puesto la vida” y la “fuerza de su personalidad”; que lo ignora todo sobre el impacto del trauma y la neurobiología interpersonal…
Pues ese hombre es “el elegido” para ostentar el cargo de Director de Juventud en la Comunidad de Madrid.
Me pregunto en qué lugar quedan las familias y personas a las que ha señalado públicamente. Que tras la emisión del programa han escuchado como sus vecinos y el pueblo rumoreaba a sus espaldas; que, además de lo que han sufrido, ahora tienen que soportar que su entorno se ría y les compadezcan a sus espaldas.
Y me pregunto también cómo se tienen que sentir las y los profesionales del ámbito educativo, sanitario y social de la comunidad de Madrid, que con sueldos de mierda y condiciones laborales precarias, siguen quitándose el pan de la boca para invertir lo que no tienen en supervisar y mejorar su formación y, así, poder cuidar y tratar con más calidad a las personas que deben —y saben— acompañar.
Autor: Gorka Saitua. Soy pedagogo y educador familiar. Trabajo desde el año 2002 en el ámbito de protección de menores de Bizkaia. Mi marco de referencia es la teoría sistémica estructural-narrativa, la teoría del apego y la neurobiología interpersonal. Para lo que quieras, ponte en contacto conmigo: educacion.familiar.blog@gmail.com
educación familiar 
Totalmente de acuerdo con el Comunicado. No soy profesional, únicamente madre de 2 hijas adoptadas con muchos problemas. La metodología de “Hermano Mayor” me parece deleznable, trata problemas muy delicados que han de tratarse con una terapia adecuada
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Gracias por tu apoyo y tus palabras, Raquel. Recibe un saludo!
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Estimado Gorka, soy Silvia Gómez Soler, Pedagoga, Experta en Género, Educadora Emocional y alguna que otra formacion especializada (en total, además de mi licenciatura en Pedagogía, tengo una expertia de 1 año de 3@ ciclo de igualdad de género por la Universidad de Sevilla, 1 máster de 1 año cada uno de Educación Emocional y otro de Mediación por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y un curso certificado de 1 año de Coaching por COANCO y Asesco-Asociscion Española de Coaching), que como bien dices, he tenido que sufragar con los escasos ahorros de mis puntuales trabajos que me van saliendo, además de con los ingresos familiares de mi pareja k es autónomo con muchos más gastos de los k podemos imaginarnos…Como podréis imaginar, por mi experiencia reciente en materia de igualdad y coeducacion , en especial en fechas del 8 M y 25N y algún que otra formación y Plan de Igualdad de cuando en cuando…Los y las Agentes de Igualdad que además somos Pedagogas/os, seguimos formándonos de forma permanente, lo cual me apasiona y sigue siendo en igual medida una gran responsabilidad al trabajar con seres humanos que sufren y mucho…
Te sigo con respeto y admiración x la red profesional Linkedin y, tras aplaudir tu valiente y descarnado artículo, por sentirme totalmente identificada con aquellxs profesionales a lxs k te referías que vivimos en precario, gracias a los ingresos más estables de nuestras parejas, lxs k tengamos pareja, que manda narices que con nuestros dilatados CV y con nuestra experiencia, formación y sobrecualificacion, tengamos que acudir constantemente a este tipo de espectáculos mediáticos ……Me gustaría poder compartir tu impecable artículo, siempre con tu venia y lógicamente citando tu autoria…Un abrazo Resiliente en tiempos complejos . Silvia
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Por supuesto, Silvia. Todo lo que coloco en internet está a la libre disposición del público. Gracias por tus palabras. Comparto tu rabia e indignación. Un saludo.
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Muchas gracias por tu grado de empatía y comprensión…Es muy reconfortante saber k al mns compañerxs de profesión, nos sabemos acompañadxs ante tanta frustración!!! Un Saludo. SILVIA
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Gracias a ti por tu comentario y reconocer este sencillo gesto, compañera!
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Ya veo que los ecos del nombramiento sobrepasan las fronteras de esta autonomía.
Esta parece ser la filosofía de nuestros gobernantes, como lo ha sido la de promover los bancos de alimentos y las entidades caritativo-benéficas para “resolver” las consecuencias de la desigualdad. Eso en esta autonomía, q quiere presumir de avanzada y moderna.
Esta mañana en una coordinación con compañer@s de la intervención familiar, lo q se respiraba era indignación y a la vez (desde el conformismo) alivio porque su nombramiento no haya sido en la D.G. de Servicios Sociales, donde se desarrolla nuestro trabajo.
Yo le veo una ventaja: ya sabemos por dónde respira; en otros casos, con desconocid@s, necesitamos un tiempo para ver por dónde saldrán.
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Gracias por tu apoyo, Eva. Y por aportar tu punto de vista al artículo.
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Llevo unos minutos sin arrancarme a escribir porque, en realidad, no me sorprende. Y este hecho me hace cuestionarme por qué no me siento indignada. Y la respuesta es brutal: en veinte años de profesión nunca (o al menos mi memoria no me lo permite ahora) he experimentado sensación de entusiasmo y descanso, seguridad, tras conocer que la educación/servicios sociales hayan recaido en manos de una persona profesional. Por no hablar del lugar que ocupa en las agendas, las negociaciones políticas, sociales. El bienestar socioemocional suele reducirse a noticias esporádicas producto del morbo. ¿Me acostumbré a la invisibilidad? ¿Ahorro energías por salud mental?
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Creo que puedo entender tu postura, Rebeca, porque a mí me pasa parecido. Gracias por dejarnos tu opinión que, sin duda, es parecida a la de muchos y muchas profesionales del sector. Un saludo!
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