Decidir es en última instancia un acto de locura

Presionar a las personas para que tomen la decisión correcta nos aleja de los #BuenosTratos. 

—Es que no puedo más, Gorka —lloraba—. Me están volviendo loca.

—Creo que sé por dónde vas. Es que menuda mierda estás viviendo —respondí.

—Es que estoy todo el rato de aquí para allí, con unos, con otros, y todos intentan llevarme a su terreno ¡estoy harta! Yo ya he tomado una decisión ¡quiero tenerlo!

—Es verdad. Lo hemos hecho todos fatal. Tu madre, tu padre, tus suegros, los profesionales ¡todos! —dije.

Escuché por el teléfono que lloraba con gran angustia. Guardé silencio para que se desahogara.

—Yo sólo puedo hablar por mí —parecía escuchar más calmada—. Yo también lo he hecho fatal.

—Gracias, Gorka.

—Pues sí, Nuria. Lo he hecho fatal y he pensado mucho estos días sobre ello. Cuando me dijo el padre de tu novio que estabas embarazada me asusté mucho. Me asusté por ti, porque eres muy joven —16 años— y no estás viviendo en las condiciones que te mereces. Pero sobre todo me asusté por mí, porque sabía que se me iba a exigir una respuesta, y no tenía ni idea de cómo afrontar tu embarazo.

Volvió a emocionarse, pero se recompuso rápido.

—Y esa es la primera injusticia. Cuando nos vimos tras la noticia yo estaba más pensando en mis propios problemas que en los tuyos. Y los tuyos son, sin duda mucho más importantes —estaba seguro de que me escuchaba—. ¿Recuerdas que te dije que la decisión tenías que tomarla tú con plena libertad?

—Sí. Recuerdo.

—Seguro que te diste cuenta de que algo no cuadraba. Porque mi intención no era respetar tu criterio, sino invitarte disimuladamente a que abortases.

—Gracias, de verdad.

—No tienes nada que agradecerme, Nuria. Todo lo contrario. Tienes buenos motivos para estar enfadada conmigo —cada vez me sentía más conectado a mis palabras— Porque he hecho una cosa que sé que te hace mucho daño: decirte una cosa cuando mi intención era otra. Eso es de putos locos.

—Es que todo el mundo hace eso ¡todo el mundo! —exclamó.

—Pues sí. Todos y yo incluido. Y no te creas que no me jode. La historia es que yo pienso que tener un hijo con tu edad y en tus condiciones no es una buena idea —sólo podía poner las cartas sobre la mesa—. Pero tienes razón. Todos nos hemos asustado. Y el susto nos ha llevado al caos. No damos pié con bola. Tú estás en medio de todo este jaleo. Y para más cojones, nadie se está dando cuenta de lo que estás pasando.

Escuchaba.

—¿Sabes lo que haría yo en tu lugar? No sé si es tu caso, pero yo tomaría una decisión lo antes posible. Porque la decisión pararía toda esta mierda, y me daría el mínimo de seguridad que merezco. Y gritaría ¡ya está! ¡he decidido! ¡y ahora iros todos a tomar por el culo! Y te aseguro que no me parece mala idea.

Pensaba que se rebelaría contra esa idea. Sin embargo, guardó silencio.

—No puedo asegurarte que vaya a hacerlo bien, Nuria. A veces soy un desastre. Pero trataré de ser más sincero. No andarme con chorradas. Es verdad, me parece que la mejor idea es abortar y que tengas familia cuando te sientas más segura y preparada. Pero a partir de ahora la piedra está sobre tu tejado. Me gustaría estar a tu disposición para lo que necesites. Para hablar sobre esto, o sobre otras cosas. Pero no voy a presionarte. Esperaré tu llamada, y si decides que no es tu momento, o que no quieres que te agobie con mis mierdas, respetaré tu criterio.

—Gracias Gorka, de verdad. Muchas gracias por escucharme.

Colgamos.

Las decisiones son en última instancia un “acto de locura” [Jacques Derrida]. Las personas no decidimos en función de la información disponible, ni valorando los pros y los contras, sino en función del contexto relacional en el que estamos inmersos. Por lealtad, para encontrar la calma, o para reproducir el modelo de familia en el que hemos crecido, y que es el único en el que confiamos. Esto significa que muchas veces los profesionales no podemos influir en las decisiones de las personas. Entonces es mejor aceptar nuestras limitaciones y apostar por lo seguro, es decir, por los #BuenosTratos.


[Basado en un caso real]

[Como siempre, hemos alterado los datos disponibles para proteger la identidad de las/los implicadas/os]


Gorka SaituaAutor: Gorka Saitua. Soy pedagogo y educador familiar. Trabajo desde el año 2002 en el ámbito de protección de menores de Bizkaia. Mi marco de referencia es la teoría sistémica estructural-narrativa, la teoría del apego y la neurobiología interpersonal. Para lo que quieras, ponte en contacto conmigo: educacion.familiar.blog@gmail.com

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s