Cumplimos nuestro primer año, y toca revisar lo que hemos hecho. Hay algunas cosas buenas, pero también “reguleras”. Pero con vuestras aportaciones podemos seguir adelante ¡Gracias!
Tras un periodo de gestación de aproximadamente 9 meses vinimos al mundo. Asustados, pequeñitos, en pelotas. No fue un parto complicado. Andábamos tan a gustico nadando en la placenta y de repente ¡plof! Estábamos fuera, expuestos al ruido, al frío, y a los azotes en el culo que nos dio el doctor. Llantos, mocos, tos.
12 meses y 90 —¡noventa!— artículos después, echamos la vista atrás. Observamos que hemos cambiado. Quizás ahora estemos algo más preparados, más gordos, más viejos, pero nos queda mucho para llegar a nuestro ideal. Hemos evolucionado, avanzado. Todos gracias a nuestros reflejos e instintos primarios. Como un bebé.
Veamos algunos de los progresos que hemos hecho:
- Actuamos con timidez y nos ponemos nerviosos en presencia de desconocidos. Al principio todo era muy cómodo. Sólo nos seguían nuestros propios amigos. Pero poco a poco se fueron incorporando al grupo nuevas personas. Primero amigos de amigos, y más tarde, también personas desconocidas, incluso de otros países. Todavía hoy es el día que cada vez que recibimos un nuevo “me gusta”, un nuevo comentario, o cualquier tipo de reacción, nos ponemos nerviosos y felices. Culito limpio, bebé feliz.
- Lloramos cuando mamá o papá se alejan. Hay cosas que sabemos que se nos dan muy bien, y que nos hacen sentirnos a gusto. Pero también hay otras cosas que nos generan dudas, porque están fuera de nuestro círculo de seguridad. En un año hemos aprendido algo de programación, de edición de vídeo, de animación, y de gestión de redes sociales, materias todas ellas que antes de este proyecto nos eran prácticamente desconocidas, pero que ahora abren multitud de posibilidades de cara al futuro. Vale, claro, los resultados son mejorables… pero ¡mira de dónde hemos partido!
- Tenemos cosas y personas preferidas. Reconozcámoslo, hay algunas personas que se han implicado mucho con nosotros. Algunos son familiares, otros amigos ¡pero también gente desconocida! No hay palabras de agradecimiento suficientes para todos ellos. Saber que nuestro esfuerzo da su fruto, que las ideas ayudan a la gente, es la mejor recompensa posible. A fecha de hoy podemos decir que si bien el blog nació como un medio para hacer publicidad, hace ya muchos meses que se ha convertido en un fin en sí mismo. Un trabajo que se hace con gusto. Un esfuerzo y un placer diario.
- Repetimos sonidos y acciones para llamar la atención. Es verdad… no da tanto placer saber que suben nuestras estadísticas, que a veces hemos podido pecar de plastas o pesados, bien repitiendo contenidos, bien utilizando estrategias simplonas al más puro estilo “Cabroworld” o “Huffington Post”. Pero es que es muy tentador. No obstante, a fecha de hoy sabemos, por argumentos y por números, que lo que realmente triunfa con nuestros lectores es que tratemos de hacer buenos contenidos. De pero grullo. Una audiencia bien informada exige calidad.
- Tratamos de copiar palabras. Intentamos tener un estilo propio, pero no siempre es fácil. Cabalgamos a hombros de gigantes como Daniel J. Siegel, Boris Cyrulnik o Jorge Barudy. Hemos estudiado y mamado de su estilo, y es imposible que no se nos peguen algunos restos. Eso sí tratamos de citarles siempre que es oportuno. Es de justicia; a cada cual lo suyo.
- Cuando algo se nombra, miramos en esa dirección. No sabéis lo atentos que estamos de todos vosotros. De vuestros movimientos. Estamos ansiosos por entablar conversación. Queríamos crear una web dinámica, que invite a las personas a preguntar, colaborar, compartir experiencias… Un punto de encuentro para personas interesadas en el desarrollo de los niños y su bienestar. Pensábamos que era más fácil conseguirlo, pero seguimos con la toalla al hombro y no la pensamos tirar.
- Pedimos atención tocando a las personas con el dedo índice. Queremos crear redes, lazos, grupos de discusión. Experiencias que vayan más allá de lo virtual. Quedar, tomar algo, vernos, olernos, comprender qué hay más allá. Pero aún no sabemos muy bien cómo hacerlo. No queremos ser invasivos. Pero sabed que cualquier propuesta que nos hagáis puede convertirse en un reto que intentemos superar. No os cortéis ¡adelante!
- Podemos llegar a dar algunos pasos sin apoyarnos en los demás. Sí… son pocos. Y a veces nos escoramos, caemos, nos levantamos y volvemos a caminar. Si de algo estamos orgullosos es que los artículos que más han triunfado son ideas originales de educación-familiar, que no están tomadas del trabajo de otras personas. Es muy difícil tener ideas novedosas y que vayan bien, pero confiamos en nuestra capacidad para seguir así un buen rato. Con heridas en las rodillas y ruedines en la bici. Al menos un año más.
Llegados a este punto, qué menos que exponer los resultados de nuestra encuesta de satisfacción. Si queremos hacer de este proyecto algo vuestro, qué menos que contar con vuestra opinión. Ahí van:
Es verdad. Han contestado 12 personas, que probablemente sean nuestros familiares y amigos. No lo sabemos, la encuesta era anónima. Pero han salido algunas recomendaciones que merece la pena destacar, como por ejemplo, que prestemos más atención a los desafíos del ciclo vital. A los retos que los niños y niñas tienen que superar en función de su edad. Lo haremos. Vuestra palabra suena grave y firme. Para nosotros es ley.
Así que gracias. Gracias por seguirnos, y por demostrarnos día a día vuestro apoyo. Gracias por dar a “me gusta” o compartir los contenidos. Por comentar, por discutir, por participar. Este año será intenso. Tenemos que empezar a usar el orinal. Con vuestra ayuda será más sencillo. Menos nos tendremos que esforzar 😉
Autor: Gorka Saitua. Soy pedagogo y educador familiar. Trabajo desde el año 2002 en el ámbito de protección de menores de Bizkaia. Mi marco de referencia es la teoría sistémica estructural-narrativa, la teoría del apego y la neurobiología interpersonal. Para lo que quieras, ponte en contacto conmigo: educacion.familiar.blog@gmail.com