[…] Es una nube densa, oscura, como si hubiera una tormenta dentro. Sólo la puede ver él. Por eso, cuando Aita te mira, parece que no te ve. Que te atraviesa con la mirada. Es porque su imaginación y su mente están en otro sitio, muy lejos de aquí. […]
Seguir leyendo «Una nube gris»
