[…] Lo perturbador es que está en la vía de acceso a una playa muy concurrida. Día tras día, cientos, si no miles de niñas y niños pasan por ahí con sus familias, y nadie recoge esas moras. […]

[…] Lo perturbador es que está en la vía de acceso a una playa muy concurrida. Día tras día, cientos, si no miles de niñas y niños pasan por ahí con sus familias, y nadie recoge esas moras. […]