[…] No acepto que, tal y como se nos dice, la filosofía tenga una fusión meramente emancipadora. De hecho, pensar mucho, poner las ideas en duda, y cambiar de ideas “a la luz” del pensamiento, es una mecanismo especialmente eficaz y eficiente para mantener las cosas como están, paralizar la movilidad social, y evitar revoluciones de todo tipo. […]
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