El rescate de Ártax

[…] Me imagino a un Atreyu que, en un primer momento, reacciona igual, poniéndose tó loco, y haciendo las cosas a lo bestia. Y que, cuanto más tira de la cuerda, más se hunde su amigo. Pero al que le llega un momento, en el que recuerda que él ya pasó por esas tierras, sólo, y vivió lo mismo. Recuerda que empezó a hundirse en el barro, lenta pero inexorablemente, pero cuando éste llenó sus fosas nasales, descubrió, con sorpresa, que se podía respirar allí dentro. […]

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Si no me quieres ver cagando, no leas este artículo

[…] La movida es que los procesos inflamatorios digestivos tienen mucho que ver con el estrés, la ansiedad, y esas mierdas que no salen por el culo. Y lo que para otras personas es una mera molestia, en mi caso se puede convertir en un problema, porque la inflamación puede hacer que los divertículos se cierren, colapsen, y sean el caldo de cultivo perfecto para una infección chunga, como me pasó en 2021, que me perforé por dentro, el pus se salió de madre, y casi me muero enterito. […]

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He conseguido que no me haga daño

Hoy os quiero recomendar el libro INVISIBLE de Eloy Moreno, sobre el #acosoescolar.

Ninguna tontería.

Menuda llorera.

Una de las cosas que más me ha llegado es cómo el protagonista y niño acosado crea recursos —en su caso un pensamiento mágico— para seguir sintiendo que tiene en control de la situación. Imagina que tiene el superpoder de hacerse invisible y, así, evitar el maltrato de su contexto. Algo que es coherente con lo que ve a su alrededor, dado que todo el mundo le hace el vacío, como si no se percatara de su presencia.

Este recurso #disociativo lo mantiene lejos de la realidad pero, hasta cierto punto, a salvo. Porque lo que le rompería de verdad, lo que es inasumible, es aceptar que toda la peña de su alrededor es consciente del maltrato que sufre, del que no puede protegerse, y nadie hace nada.

Esto me conecta con la experiencia de mi propia hija, en cuya escuela hay un niño que le pega. El otro día, al salir de clase, le pregunté qué tal le había ido, y me contestó:

—Bien, aita, HE CONSEGUIDO que no me haga daño.

Ya que hablamos del dolor invisible de la infancia, ojo con esto. Cuando escuchéis algo raro a una niña o un niño, como si tuviera el control de una situación que evidentemente escapa a su manejo, intervenid, porque probablemente sea el #autorreferencial asociado a al riesgo de #trauma.

Algo que le pasa al protagonista del libro, me pasó a mí cuando me aislaron mis iguales y, ahora, le pasa a mi peque.

¿Entendéis mis lágrimas?

Pues que sirvan de algo para proteger a la infancia.


Gorka Saitua | educacion-familiar.com

Juanito: la restauración de la confianza en el mundo adulto

[…] La cosa es que, además —para acojonarme más si cabe— me cuentan que Juanito es más malo que Hitler con un dolor de muelas. Que se escapa de casa y que se la pela todo; que va por la vida trapicheando, que corta el bacalao, y que amarga la vida a todos los compañeros de clase que no le siguen el juego. Y que tenga cuidado si me quedo con él a solas, porque es impredecible y no tiene freno. Glup. No me jodas. […]

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“Psicopatitas”, una historia de miedo

[…] Y, en el caso de niñas y niños que dejan en suspenso tanto su empatía, como su vinculación con el mundo adulto —si se descartan causas orgánicas de base, como puede ser el daño cerebral adquirido—, suele haber un problema vincular profundo. Es decir, una alteración de las relaciones con las figuras primarias de referencia: una desconfianza radical hacia las personas a quienes deberían aspirar a parecerse. […]

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Montando el pollo. Fase I: ningún daño sin notificar

Si se han llevado a tu hija o hijo al quirófano sin permitirte estar con él hasta que le haga efecto la anestesia, puedes presentar tu queja a la dirección de tu hospital de referencia.

Que sepas que puedes mandarla por correo electrónico a tu hospital, fotografiando la documentación adjunta. Fácil y sencillo.

No importa que haya pasado hace mucho tiempo. Es importante que estas incidencias se comuniquen para ejercer presión para que la sanidad pública o privadas sean más sensibles con la infancia.

Como sé que en el momento es difícil redactar, tanto por la afectación emocional como por el miedo a atener consecuencias relacionadas con la relación con los profesionales que tratan a tu hija o hijo, aquí tienes un modelo de queja. Lo menos que puedo hacer es quitarte trabajo.

Guardad la respuesta que os den, porque la necesitamos para ir al defensor del paciente o del pueblo.

¡Al turrón!

Surfeando el estrés postraumático: una experiencia en casa 

[…] Desde el primer momento, le encantó la idea. Ahora tocaba montar el drama. La, la, la, vamos por el hospital —cantábamos—, qué tranquilos estamos, ya sabes, hija mía, que no pasa nada, que te vas a dormir conmigo, la, la, la, hola, médico, qué buen día, pues nada, que estamos muy contentos, pero oye, oye, ¡¿Qué pasa?! […] 

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¿Y si montamos el pollo?

[…] Si es tan fácil entender que un extraño nos arrebate a nuestras hijas o hijos y les calce unas hostias, ¿por qué resulta tan complicado a muchos profesionales sanitarios comprender que separar a las niñas y los niños de sus progenitores para someterlos a procedimientos quirúrgicos, es otra forma de maltrato? […]

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Duendes atrapados en el cuerpo: intervención de urgencia ante un potencial trauma 

[…] Recuerdo que hace mucho tiempo trabajé con una niña que tenía también 4 años y, como tú, se despertaba a las noches llorando, pidiendo bracitos de su aita y de su ama, con verdadera desesperación, como si le fuera la vida en ello. También ella había pasado por una operación muy angustiosa, durante la que los médicos la apartaron de su familia y se la llevaron a una habitación muy rara, llena de luces, cacharros y cables, que daba muchísimo miedo. […] 

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Cuando ama se desinfla: la depresión en el corazón de la infancia

[…] Cuando pierde su aire, se queda arrugada y tirada en el suelo. No puede levantarse y la gente la puede pisar, como si fuera un desperdicio. Y yo pienso, maldita sea, levántate, que todos dependemos de ti para estar bien y poder enfrentar el mundo. […]

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