Cuando nos hacemos propósitos de fin de año dejamos patente nuestra ignorancia sobre el funcionamiento del cerebro.
Es absurdo preguntarnos por los propósitos de año nuevo hemos cumplido.
Nuestro cerebro no responde a planificaciones estratégicas [apolíneas] que coordinan medios y fines.
Eso es herencia del capitalismo industrial, que equipara el funcionamiento del ser humano al de la máquina, en la falsa creencia de que así mejora el rendimiento de los trabajadores y las cotas de producción.
El funcionamiento de la mente es dionisíaco. Holísitco, contradictorio, caótico.
Mejor preguntémonos es si ha aumentado o disminuido nuestro bienestar, cómo se siente nuestro cuerpo en relación al año anterior, y que proyectos o esperanzas nos hacen sentir en armonía y paz.
A menudo no hacen falta objetivos ni planes para que las cosas vayan a mejor.
Referencias:
GONZÁLEZ, A. (2017). No soy yo. Entendiendo el trauma complejo, el apego, y la disociación: una guía para pacientes y profesionales.
MORA, F. (2013). Neuroeducación. Madrid: Alianza Editorial
PORGES, S.W. (2017). Guía de bolsillo de la teoría polivagal: el poder transformador de sentirse seguro. Barcelona: Eleftheria
NIETZSCHE, F.W. (1872). El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música. Proyecto Espartaco.
En este blog «caminamos a hombros de gigantes». La mayor parte de las ideas expuestas se basan en nuestra bibliografía de referencia.
Autor: Gorka Saitua. Soy pedagogo y educador familiar. Trabajo desde el año 2002 en el ámbito de protección de menores de Bizkaia. Mi marco de referencia es la teoría sistémica estructural-narrativa, la teoría del apego y la neurobiología interpersonal. Para lo que quieras, ponte en contacto conmigo: educacion.familiar.blog@gmail.com
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