[…] Me tragué una chispa de vergüenza. ¿Cómo no lo había visto antes? El elefante estaba en la habitación y no lo había podido ver al tener la mirada fija en lo que mi formación de base me indicaba. […]
Seguir leyendo «El colapso de Supermán»
[…] Me tragué una chispa de vergüenza. ¿Cómo no lo había visto antes? El elefante estaba en la habitación y no lo había podido ver al tener la mirada fija en lo que mi formación de base me indicaba. […]
Seguir leyendo «El colapso de Supermán»
[…] —Cuida de ella, cultiva vuestra relación y, sobre todo, observa —dijo el anciano con voz firme, y se marchó a podar un manzano, con unas tijeras gigantescas, dejando un silencio conmovedor entre ellos. […]
Seguir leyendo «La niña que recuperó su voz»
[…] —Sí, Amaia. Su magia. Es un cuento cargado de magia. De una magia que no podemos predecir ni controlar, porque tiene vida propia. Pero descuida, no te apures, que siempre opera para bien, en positivo. […]
Seguir leyendo «Un cuento especial»
[…] Las corrientes descendentes son algo poco común. Normalmente, la aguas del mar se mueven de manera horizontal, llevando las aguas frías y sus nutrientes por toda la cuenta oceánica. Pero, en raras ocasiones, estas corrientes chocan con el relieve marino y se hunden rápidamente, a toda velocidad. Y pobre quien quede atrapado ahí. Son innumerables las historias de buzos desaparecidos e incluso de sirenas que nunca, jamás, pudieron volver. […]
Seguir leyendo «La sirena que perdió su canto (2 de 2)»
[…] Abrumada por la sensación de no ser suficiente, de no tener valor, Alissa tomó una decisión. No iría a la escuela. Se internaría en lo más profundo de la fosa de los huesos —el lugar donde nadie debía ir— en busca de respuestas. La leyenda decía que, si una sirena lograba sobrevivir, podía hacerle una consulta al Kraken, el sabio del abismo, el único ser que la podía ayudar. […]
Seguir leyendo «La sirena que perdió su canto (1 de 2)»