Héroe solitario

[…] Me resultaba especialmente doloroso que Amara no quisiera pasar tiempo a solas conmigo. Si le proponía dar una vuelta por la calle o ir al parque, me respondía siempre “no, con Ama”, y si Ama no quería o no podía acompañarnos, me tenía que comer un cristo de la pera y, lo que es peor, a la niña triste y refunfuñando hasta la vuelta a casa. […] 

Seguir leyendo «Héroe solitario»