[…] Podía comer cosas que haría vomitar a una cabra, subir con las manos desnudas por rocas que hombres fuertes y valientes sólo podían escalar con cuerdas, y leer los mensajes que estaban codificados en la naturaleza adviertiendo de la presencia de agua, raíces sabrosas, o del ataque de depredadores de grandes colmillos. […]
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