A veces, no podemos resolver nuestros problemas, ni superar nuestras dificultades, pero siempre podemos convertirlos en una historia honesta, interesante y bonita.
En ocasiones, cuando sentimos verdadero aprecio por esa historia, esos mismos problemas y esas misma s dificultades se disipan en el viento. O se acaban percibiendo como pequeñas molestias, rodeados por lo hermoso que ha emergido o hemos construido en torno a ellas.
Nuestro sufrimiento no sigue las normas de la lógica de Aristóteles. Es algo mucho más misterioso y complejo.
Gorka Saitua | educacion-familiar.com


