[…] sería una mujer, a ser posible joven. Con suerte, igual incluso le había pasado algo parecido. Hombres no. Los hombres la iban a mirar raro, fijo, con esa mezcla de juicio, condescendencia y deseo que ella conoce tan bien. Con esa enfermera, por fin estaría cuidada y protegida. […]
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