Los primeros meses de la vida de tu hijo son fundamentales para el desarrollo de su cerebro. Si quieres que tenga mejores oportunidades ¡ponte a ello!
Es posible que seas madre o padre primerizo. La situación te colma de ilusión, pero a la vez te asusta. Has leído un montón de cosas y sabes que los primeros años son cruciales para el desarrollo del cerebro de tu hijo. Pero ¡hay tantas cosas en internet! ¡no puedo con todo! Entonces ¿qué es lo importante? Estas 10 cosas.
- Apego seguro
El término apego no se relaciona tanto con el cariño, como con la seguridad que un/a bebé tiene de que las personas que le cuidan van a satisfacer pronto y adecuadamente sus necesidades. Y cuando hablamos de necesidades, no sólo nos referimos a comer, beber, dormir y estar calentito, sino también permitir que el niño/a explore cuando lo necesita, y pueda recurrir a sus cuidadores cuando siente peligro, o es presa de un “secuestro emocional”.
Si quieres mejorar la relación con tu bebé, no te dejes guiar por gurús o artículos de internet. Es posible que te acaben confundiendo. Te recomendamos programas con evidencia científica como, por ejemplo, “Primera Alianza” creado y promocionado por fantásticos profesionales de la Universidad de Comillas. Lo disfrutaras y te será muy útil.
En definitiva, cuanto más tiempo sientas que estás “conectado/a” con tu bebé, cuando más percibas que vuestros estados emocionales se encuentran coordinados, tanto mejor para los dos.
Hablamos de que un niño/a, adolescente o adulto es presa de un “secuestro emocional” cuando sus sentimientos son tan potentes que desbordan su sistema nervioso
- Respeto a su desarrollo
El desarrollo de los niños/as no es progresivo y lineal. Su software se actualiza a intervalos regulares. De manera inesperada van apareciendo nuevas capacidades. De la interacción con los padres y madres dependerá que estas capacidades se desarrollen o vayan quedando en el olvido. Así que atento/a porque disfrutará de poner en práctica todo ello. Olvídate de los premios. No hacen falta.
Proponle actividades que disfrute y que desee realizar. Sólo así su cerebro estará en condiciones de aprender. No le fuerces nunca. Si en niño/a está estresado, no sólo no aprenderá, sino que incrementarás la presencia de cortisol —hormona del estrés— en su cerebro. Y esto es como veneno para sus neuronas. Destruye tejido cerebral. No es broma.
El estrés es veneno para los niños/as tan pequeños. No es casualidad que la naturaleza haya creado el llanto, una alarma que difícilmente podemos ignorar
- Sensaciones variadas
Muchos padres y madres se centran en un sentido para promover el aprendizaje de su bebé. La vista y el oído son los más evidentes. Pero un bebé aprende a través de multitud de sensaciones. No te olvides del olfato, del gusto, del tacto. Pero tampoco el equilibrio (vestibular) o el sentido cinestésico (movimiento).
Procura que tu forma de ver las cosas y de aprender no le imponga límites desde tan temprano ¿cómo aprende tu hijo? Ya puedes empezar a responder a esta pregunta.
- Atención sostenida
¿Alguna vez te has quedado fascinado mirando algo con tu hijo/a? Una gozada y fascinante. Se les abren los ojos que no entran en la cara.
Un bebé tiene un tiempo muy corto de atención. Apenas puede concentrarse en algo unos breves instantes. Pero si está en conexión contigo, este tiempo se amplía substancialmente, porque no sólo es interesante el objeto, sino que hay placer en la relación. Y claro, cuanto más tiempo pueda prestar a un determinado estímulo, mas aprenderá, con el añadido de que estarás estructurando su cerebro para que en el futuro exista mayor capacidad de estudio y autorregulación.
No subestimes el poder de las cosas sencillas. Son las que tu bebé puede captar, y lo que ambos vais a disfrutar
- Imitación
La imitación del bebé es muy diferente a la de los niños/as más mayores o de los adultos, porque carece del componente simbólico. Pero es un estímulo ideal para su desarrollo psicomotriz.
Además, la imitación es una característica que ya está presente en el momento del nacimiento, de la manera más primaria. Un niño recién nacido responderá sacando la lengua si tú lo haces. Y a partir de los 6 meses será capaz de recordarte, a pesar de que no te encuentres presente.
Así que deja que tu hijo/a te vea y te imite. Promueve esa imitación convirtiéndola en juego. Si estás comiendo y comienza a agitar el brazo, dale algo que se parezca a una cuchara. Cada vez que el canijo/a te imita está poniendo en juego más recursos de los que te imaginas.
Durante años se ha subestimado la memoria del bebé porque no contábamos con recursos para medirla ¡Ahora estamos alucinando!
- Juego
El juego es una actividad en la que existe alegría y disfrute. Cuanto más tiempo pase tu hijo/a en este estado mental, tanto mejor. No temas malcriarle, que entre los 0 y 1,5 años no se puede. Y relájate si tu hijo/a no hace exactamente lo que deseas. En los sistemas complejos, la impredictibilidad es un síntoma de salud.
No bases el aprendizaje en premios, ni mucho menos en castigos. Tu bebé cuenta con recursos suficientes para disfrutar de lo que le beneficia
- Palabras y canciones
Los últimos estudios indican que los niños/as entienden el lenguaje oral mucho antes de haber aprendido a utilizarlo. Y el lenguaje no verbal (nuestros gestos y actitudes) de manera prácticamente innata. Así que presta atención a cómo te sientes y a lo que dices. De alguna manera estará escuchando.
Háblale desde el principio. Incluso cuando esté en tu vientre. Alrededor de las 27 semanas de gestación, un bebé no nato es capaz de escuchar la voz de su madre a través de las vibraciones que se prolongan por todo el cuerpo.
Hoy en día se sabe que si una madre canta a su hijo/a mientras aún se encuentra en el vientre, este responderá calmándose cada vez que escuche esa canción en el futuro.
Utiliza tonos agudos y enfatiza la pronunciación. Sigue tu instinto para dirigirte a él. Explícale lo que vais a hacer, y pon palabras a lo que le está pasando. Estarás sembrando el terreno para que florezca cuando las condiciones lo permitan.
- Rutinas
Horarios y rutinas son fundamentales para cimentar su seguridad. Si tu hijo o hija puede intuir lo que toca, le evitarás mucho estrés y malestar, y se prolongarán los momentos de placer y satisfacción entre vosotros dos. Si el que manda es el reloj, te estarás evitando mucho trabajo.
- Tacto
Si hay un sentido para estimular a los niños/as más pequeños. Este es el sentido del tacto. Caricias, presión, frío, calor, rugosidades y texturas. Dale todos los mimitos que tu cuerpo te pida. No sólo le darás placer y mejorará la relación entre ambos, sino que le estarás ayudando a comprender los límites entre su propio cuerpo y el exterior, y a buscar mayores cotas de placer en vuestra relación.
Tendemos a valorar en aprendizaje en términos de respuesta inmediata. Pero lo que haces crea conexiones en el cerebro de tu bebé, sin que puedas darte cuenta
Permite que se meta cosas en la boca. Es su forma de experimentar y conocer el mundo. No te agobies demasiado porque coma algo de suciedad. En un suelo medianamente hay pocas cosas que le puedan dañar, y su sistema inmunológico necesita algunos gérmenes para crecer y evolucionar.
- Equilibrio
En brazos ¡Sí! Todo lo que él o ella quiera, y todo lo que tu cuerpo te lo permita. Hoy en día sabemos que el sentido vestibular (equilibrio) es crucial para el desarrollo del cerebro de tu hijo/a. Cuanto más movimiento y más placer tanto mejor ¡a tope con ello!
Por supuesto, todas estas cosas sólo sirven si se hacen con suficiente constancia, y lideradas por personas de confianza para el niño/a. Procura que tu hijo/a tenga cuidadores estables durante sus primeros años. Es positivo que desarrolle buenos vínculos con pocas personas, y normal que —a partir de los 6 meses— sienta temor ante los desconocidos.
Es evidente que todas estas indicaciones sólo funcionan si el adulto se encuentra tranquilo, relajado, y en plenitud de sus facultades. De ahí que la crianza de los/las bebés no deba ser sólo responsabilidad de las madres y de los padres. La familia extensa tiene un importante papel para “cuidar de los cuidadores” y las políticas sociales de conciliación son clave nuestro futuro.
Es clave que los cuidadores cuenten con suficiente soporte, tanto de la familia extensa, como de las políticas de conciliación laboral
En conclusión, no podemos interpretar el aprendizaje del bebé en clave de adulto. Si hay un principio clave para el desarrollo del cerebro de tu hijo/a es este: “las neuronas que se activan a la vez y de manera repetida, permanecen unidas”. Así que si disfrutáis y conectáis emocionalmente, vais por buen camino.
¿Qué te ha parecido el artículo? ¿te has quedado con alguna duda? Si es así escríbenos, y nos pondremos en contacto contigo lo antes posible ¡gracias por confiar en nosotros!
Autor: Gorka Saitua. Soy pedagogo y educador familiar. Trabajo desde el año 2002 en el ámbito de protección de menores de Bizkaia. Mi marco de referencia es la teoría sistémica estructural-narrativa, la teoría del apego y la neurobiología interpersonal. Para lo que quieras, ponte en contacto conmigo: educacion.familiar.blog@gmail.com
Que facil y razonable parece y q dificil resulta… el trabajo, la comida sana (nada de procesados con aceite de palma, sal o azucar), la limpieza, las lavadoras, la pareja (q el amor hay q seguir regandolo), …. dejan poco tiempo, y nada de calidad para poner en practica ese decálogo, q no solo sirve para actuar con nuestros hijos, sino no con nosotros mismos… tiempo, tranquilidad para disfrutar de las cosas simples.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Tienes toda la razón del mundo, Rori. Hemos olvidado quizás lo más importante para que un bebé pueda desarrollarse bien: los cuidados que necesitan quienes cuidan de él. Este apoyo es imprescindible porque si a la madre o al padre les afecta el estrés, no podrán dar a su hijo la relación e calidad que le permita aprender y crecer. Muchas gracias!
Me gustaMe gusta